⚠️ Contenido Explícito
Lucas se había ido a dormir a casa de un compañero de clase y yo mientras había estado limpiando en casa y haciendo la comida para cuando Gavi llegase.
Después me metí en el baño y tras darme una ducha me enrollé en una toalla y me puse a secarme el pelo.
Me asusté al ver una figura apoyada en la puerta y miré a Gavi.
– ¿Y Lucas?– preguntó acercándose a mí.
– En casa de un amigo suyo.
– Mejor.– soltó.
De un momento a otro me giró y me besó haciéndome sentir mareada.
Después sentí sus manos levantar mis piernas y me sentó en el lavabo metiéndose entre medio de ellas.
Se deshizo de la toalla y entonces se agachó hasta el bulto de mi vientre y dio un beso.
– Bebé, no puedes ver esto.
Sonreí y la sonrisa se esfumó de golpe cuando sentí su lengua llegar a mi intimidad.
Arqueé la espalda y me agarré al borde del lavabo soltando un gemido.
Sus manos agarraban mi barriga y la acariciaba con mimo.
Yo volví a gemir y entonces se incorporó para volver a besarme.
Me agarré a su cuello y después mis manos desataron el nudo de sus pantalones grises de chándal.
– Bésame.– pedí.
– ¿Donde quieres que lo haga cariño? ¿Aquí?– murmuró llevando una de sus manos a mis labios.– ¿O aquí?– añadió bajando esa manos a mi centro haciéndome gemir.
Le vi sonreír totalmente orgulloso de su trabajo y entonces cerré las piernas.
Su mirada se fue de mis piernas a mis ojos y tragó saliva.
– Te quería a ti, dentro de mí, dándome sobre el lavabo... Nunca lo hemos hecho en el baño ¿no?
Negó con la cabeza y después me miró embobado.
– ¿Quieres hacérmelo aquí?
Asintió y entonces agarró mi cuello y me pegó a sus labios.
Mis piernas se abrieron para él y entonces se desnudó dejándome pasear mis manos por su ejercitada espalda.
Entonces le sentí entrar y acallé un gemido mordiéndome el labio.
– ¿Duro o suave?– preguntó.
– Ya sabes que no me gusta el romanticismo.– murmuré.
Me miró sonriendo y entonces agarró mi cadera y empezó a moverse.
Yo gemí y él llegó hasta mis labios para besarme.
Siguió besándome mientras se movía y yo tuve que agarrarme para no resbalarme.
Parece que se dio cuenta de que iba a caerme porque entonces me cogió por las piernas y empezó a moverse mientras me agarraba a su cuello.
Me parecía increíble que pudiera tenerme en brazos estando embarazada.
Sentí sus labios en mi cuello y cerré los ojos.
Sus manos fueron hasta mi culo y lo apretó a su antojo.
Volvió a sentarme en el lavabo mientras entraba y salía de mí.
Entonces nuestros ojos se encontraron y me miró sonriendo.
– Te quiero.– dijo ahogado.
– Y yo a ti.– respondí con una sonrisa.
Volvió a aumentar la velocidad haciéndome chillar y entonces me tensé explotando y echando la cabeza hacia atrás.
No tardé en sentirle explotar en mi interior.
Al segundo le vi agacharse y besó mi vientre de nuevo.
– Lo siento cariño.– murmuró.
– He ido al ginecólogo esta mañana.– dije mirándole.– Me ha dicho que es un niño.
Le vi esbozar una sonrisa de oreja a oreja y entonces me volvió a cargar en brazos mientras daba vueltas.
– Cariño...– empezó.
– Oh no... No por favor.– murmuré.
– Aleix.– murmuró sonriendo.
Puse los ojos en blanco y empezó a celebrarlo con el puño en alto.
Habíamos quedado en que si era niño era él quien elegía el nombre, y si era niña, lo elegía yo.
Aleix no era una de mis primeras opciones, pero tampoco me desagradaba.
Después de aquello nos volvimos a duchar, esta vez juntos.
Bajamos a comer y después le propuse ir paseando para ir a recoger a Lucas.
Cuando mi hermano nos vio vino corriendo hasta nosotros y tras abrazarnos se acercó a mi barriga para dar un pequeño beso.
– Lucas, es un niño.– murmuró Gavi.
Lucas empezó a saltar y chocó los cinco con Gavi.
Si ya era difícil convivir con dos chicos, hacerlo con tres iba a ser toda una aventura.
Cuando llegamos a casa le dimos una ducha a Lucas y luego nos sentamos a jugar a las cartas.
Cuando Gavi empezó a perder seguidamente dejó de jugar.
Más tarde estuvimos cenando y luego subí a la habitación de Lucas para leerle el cuento.
– Ada, ¿vas a dejar de quererme a mí?
– Por supuesto que no. Os voy a querer a los dos por igual cielo.
– ¿Voy a poder montarlo en mi triciclo?– preguntó.
– Claro que podrás llevarlo en el triciclo contigo.
Le vi sonreír y me acerqué para dejar un beso en su frente.
Después salí de la habitación y me fui a la mía.
Gavi estaba allí tumbado viendo El Chiringuito.
Me acerqué subiéndome a la cama y me abracé a él.
– Ada...
Lo miré cuando casi estaba a punto de quedarme dormida.
– Te amo.
Levanté la cabeza mirándolo.
– Siendo sincero no me esperaba acabar contigo, y más cuando eras difícil. Pero aquí estoy, enamorado hasta las trancas. Tenerte conmigo me ha dado mucha alegría y energía y sinceramente no me imagino mi vida sin ti a mi lado.
Lo miré fijamente y entonces le vi sacar una caja roja de terciopelo y la abrió.
– Pensarás que es muy cutre pedírtelo así, pero es que para mí cada momento a tu lado es especial y mágico. Así que ¿quieres casarte conmigo y quedarte conmigo toda la vida?
Me eché a llorar y entonces asentí.
Le vi alzar el puño y entonces me abrazó besando mi cabeza.
Yo mientras tanto estaba con el sofocón del siglo.
Me puso la alianza en el dedo y entonces se agachó con una sonrisa.
– Mi vida, mamá ha dicho sí.
Me eché a reír y le di en el brazo flojito para que se acercara a mí y me besara.
Después de aquello estuvo durante un rato hablándole a Aleix.
Le hablaba de mí, de su "hijo postizo" Lucas y de él.
Estaba claro que me había vuelto a enamorar de él.
Y ojalá hacerlo siempre.
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TOMA QUE TOMAAAA 😭✨💗
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𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐋𝐄𝐒𝐒 +18 | Pablo Gavi
Novela JuvenilAda no cree en los cuentos de hadas, ni de princesas aunque puede que no lo tenga fácil cuando se encuentra con Pablo Gavi.