Capítulo 18.

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Alicia.

-Qué aburrimiento- murmuro para mí misma blanqueando los ojos.

Me levanto de la cama y me dirijo al escritorio al lado del ventanal, empezando a rebuscar en los cajones algo para divertirme, hasta que logro encontrar un cuaderno, una caja con una gran variedad de colores y una cartuchera con lápices, borradores y demás. Sonrío ligeramente y agarro todo.

Pongo las cosas en la cama y me siento, dispuesta a dibujar algo, pero mi mente se queda en blanco.

Sin muchas opciones en mi mente decido dibujar el paisaje que se ve a través del ventanal. El cielo con tonos azules y rosa, la cabaña de los empleados y muchos árboles a lo lejos.

Un rato después se me cae un color al suelo, así que me agacho para recogerlo. Cuando levanto la cabeza, me pego un golpe con la punta del cajón entreabierto de la mesita de noche.

-Auch- miro con odio el cajón y cuando estoy apunto de cerrarlo veo sobresalir el libro de tapa rosada. Decido que es un buen momento para empezar a leer, así que lo meto bajo la almohada y primero voy a ver dónde están Carlo y Ale, pues hace un rato se fueron bastante serios diciendo que tenían que hablar de algo importante.

Apenas salgo de mi habitación escucho un ruido proveniente de la puerta de enseguida, es decir, la de ellos. Me acerco lentamente y dirijo mi mano a la puerta, pero esta se detiene a medio camino al escuchar un leve sollozo seguido de voces. Frunzo el ceño y me acerco un poco más para escuchar.

-Como lo vuelva a ver te juro que no me voy a controlar, no me importa que sea mi padre... no me voy a controlar.

-Tienes que tranquilizarte, no puedes dejar que te afecte cuando a él ni siquiera le importó cómo estuviste todos estos años.

-Es imposible que no me afecte, Aleksander... no puedo creer que me haya dejado solo a mí y a mi madre cuando más lo necesitábamos... y ahora vuelva pidiendo perdón, echándole toda la culpa a mi madre y dando excusas sin sentido y diciendo que quiere verme, cuando sabemos que lo único que le importa es atraparme... es un hijo de puta... tengo que seguir adelante como lo hice antes, tengo que intentar dejarlo atrás y superarlo, pero es difícil si no para de perseguirnos.

-Tienes razón.

-Pero es difícil, ¿sabes? A veces siento que simplemente... no puedo... la extraño mucho- en la última frase, su voz se corta, y eso me hace querer llorar también.

-Amor, mírame... mírame... cielo, no quiero que vuelvas a decir que no puedes con algo ¿Vale? porque puedes con todo y más, por supuesto que tendrás obstáculos, decaídas, pero lo importante es levantarte... no estás solo... Te amo, Carlo, te amo más que a nada en el mundo y siempre estaré para ti, sin importar lo que pase.

-También te amo.

-Ven aquí- después de esto, hay un largo silencio, así que decido abrir lentamente la puerta y asomar un poco la cabeza, hasta poder verlos sentados en la cama, abrazándose. Carlo es el primero que me ve y rápidamente se incorpora y se limpia la cara con las manos, para luego sonreír. Aleksander lo mira con tristeza.

No puedo evitar ponerme triste de darme cuenta que Carlo se siente triste, pero lo esconde. ¿Por qué lo esconde?

Con decisión me acerco a él y lo abrazo, sintiendo como su cuerpo se tensa y se queda totalmente quieto, para devolverme el abrazo pocos segundos después. Lo escucho suspirar y lo aprieto con la poca fuerza que mis brazos me permiten.

-Creí que necesitabas un abrazo- susurro, haciéndolos reír a los dos.

-Si que lo necesitaba, gracias, bonita- murmura sonriendo, esta vez genuinamente. Empiezo a retroceder y salgo cerrando la puerta, para dejarlos estar solos un momento.

Un poco conmocionada aún, entro a mi habitación cerrando la puerta y me tiro de un salto a la cama, sacando el libro de debajo de la almohada. Me acomodo, y sin dudar empiezo a leer.

"este libro es un diario escrito por una persona anónima, que desea resolver muchas dudas acerca de los temas del ABDL y TBDL.

Para entrar un poco en contexto, el ABDL significa adult baby diaper lover (adulto bebé amante del pañal) término para las personas mayores de dieciocho años y TBDL significa teen baby diaper lover (adolescente bebé amante del pañal) y es un término que utilizan las personas menores de dieciocho años. A estas personitas, se les conoce como littles o babys.

Son estilos de vida en los cuales el Little disfruta de comportarse y ser tratado como un bebé, por ejemplo, utilizando objetos como biberones, chupetes, pañales, entre otros.

En algunas ocasiones, el Little puede identificarse solo con AB/DL o TB/DL por separado, esto quiere decir que solo disfruta de ser tratado como bebé, el uso de pañales no es obligatorio"

Bueno, me pregunto si a mi me gustaría usar pañales, creo que no, sería... tal vez, un poco vergonzoso. Blanqueo los ojos y continúo con la lectura.

"El Little space es un espacio seguro para los littles, en este, la mente entra en un estado de regresión de edad, es decir, adopta de manera genuina la mentalidad de un bebé, generalmente entre los cero y ocho años. Aquí el Little se siente seguro y cómodo, y generalmente, necesitan de más cuidados.

Un caregiver, mommy o Daddy, es la persona que se encarga de brindarle al Little todo el cuidado, amor y apoyo incondicional que este necesita"

Eso me recuerda un poco a ciertas personas que conozco...

- ¿D-desde cuando tienes ese... libro? 

Soy feliz, si estoy con ustedes (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora