Capítulo 30.

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Alicia.

Desde que me enfermé pasaron aproximadamente cinco días, y debo decir que ahora me siento mucho mejor.

Al día siguiente la fiebre se fue por completo, a los dos días el vómito y los dolores de cabeza y hoy que me he levantado, me he dado cuenta de que mi respiración ya ha mejorado progresivamente.

Antes, cuando me enfermaba, duraba así aproximadamente dos semanas. No lo sé, pero yo creo que la razón por la cual me he mejorado tan rápido ha sido en gran parte el amor y los lindos cuidados que Carlo y Ale me han dado.

Aún me siento un poco culpable por lo que pasó en el baño del agua fría. No quiero que ellos piensen que me recuerdan a lo que pasó esa noche con mi padre, porque, al contrario. Pero simplemente, cuando sentí la mano de Carlo en mi espalda desnuda, cuando fui consciente que estaba desnuda frente a él, no pude evitar recordar los hechos de esa horrible noche por más que me repetía a mí misma que ellos no son mi padre.

Estuve reflexionando mentalmente en estos días y llegué a una conclusión: hay que superar y dejar ir. Mis padres ya no están cerca de mí, ya no pueden hacerme daño y si estuvieran cerca, Carlo y Aleksander no permitirían que me hicieran algo.

Y eso es increíblemente tranquilizante.

También he reflexionado sobre esto ya que tuve una interesante charla con papi, en la que me contaba muchas cosas que podríamos hacer conmigo siendo su "bebé" y entre todas esas cosas, estaban los baños.

Estoy jodida.

Bueno, no tanto.

Cuando decidieron meterme en agua fría para bajarme la fiebre, alguien me vio desnuda por primera vez: Carlo.

Realmente ni siquiera fue un baño, porque solo me mantuvo sumergida en el agua durante pocos segundos, sin embargo, durante esos pocos segundos soy consciente de que no pude relajarme, ni dejar de llorar.

Pero cuando me envolvió en la toalla y me abrazó con fuerza contra su pecho... ahí lo entendí todo.

Entendí que ellos nunca me verían con maldad.

Después de arduo trabajo reflectivo acerca de mi pasado y mi presente, llegué a la conclusión final.

Los quiero mucho y confío plenamente en ellos y si llega el día en el cual ellos quieren dar el paso de darme un baño... no puedo prometer no ponerme nerviosa o llorar, pues algo es pensar en ello y otra cosa diferente es vivirlo, además de que conozco lo traicionera que puede ser mi mente con los pensamientos y recuerdos malos, pero sí puedo prometer que, si me pongo nerviosa o lloro, trataré de calmarme con los lindos pensamientos de lo mucho que ellos me protegen.

Lo mucho que parecen quererme.

Salgo de mis pensamientos, concentrándome nuevamente en la película, a la cual no le he puesto para nada de atención desde que empezó.

Los tres decidimos que queríamos estar hoy en la cama hasta tarde, y sin bañarnos ni hacer nada, trajimos el desayuno a la habitación de ellos y comimos juntos viendo pelis.

Tomo un poco de jugo de naranja con mi vasito entrenador, cuando Daddy me lo dio me pareció extraño y se que soy muy expresiva... porque en cuestión de segundos vi la culpa y el arrepentimiento llegar a esos ojos de cristal, pero esa vez, malinterpretó mi expresión, porque lo que sentí en ese momento fue contrario al disgusto.

De hecho, una vez que lo probé me encantó usarlo y creo que con pocos usos se convirtió en una de las cosas de este tipo que más me gustan usar, después del chupete.

Soy feliz, si estoy con ustedes (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora