Soy feliz, si estoy con ustedes (en proceso)

Capítulo 22.

Alicia.

Unicornios. Margaritas. Mariposas. Perritos. Nubes con forma de hello Kitty. Arboles de colores. Fresas.

Son solo pocas cosas de lo que hay en este lugar.

No sé dónde estoy, pero tampoco me quiero ir.

Un perrito se acerca y se acuesta a mi lado, en el verde pasto. Una mariposa blanca se posa en mi nariz. Veo mi cabello naranja volar con el viento. Sonrío.

Agarro una de las fresas que hay en un pequeño canasto frente a mí y me la como lentamente. Sabe... delicioso. Con cuidado, agarro una margarita y la pongo en mi cabello.

Me levanto y escucho como los perritos ladran y corren a mi alrededor. No puedo evitar correr y jugar con ellos entre risas durante un buen rato.

Una voz ronca se escucha en un susurro, parece que viene de todas partes, sin embargo, no logro identificar lo que dice, ni a quien pertenece.

Continúo jugando con los perritos y comiendo fresas, pero vuelvo a escuchar la voz. Esta vez, más clara y más cerca. Pero, sigo sin poder identificar de donde viene.

Suena como un balbuceo... muy lejos, pero a la vez... tan cerca. Viene de todos lados.

¿Qué es eso que siento en mi cara?

Son como cortos toques en mi frente... ahora en mi mejilla, en la otra mejilla... en la cabeza... cada toque pica, hace cosquillas, me hace reír.

"despierta, bonita" susurra la voz, esta vez logro entenderla y reconocerla, sacándome de lo que ahora me doy cuenta que es un sueño.

Mi mente despierta. Haciéndome percatar de la voz de Carlo que susurra palabras tiernas mientras reparte besos en mi cara, haciéndome cosquillas.

Suelto una pequeña risita, intentando escapar de los besos, hasta que para.

-Buenos días, bella durmiente.

-Buenos días, Carlo- murmuro con los ojos cerrados, esperando que estos se acostumbren un poco a la luz- me sacaste del mejor sueño que he tenido en toda mi vida- digo fingiendo enojo una vez logro abrir los ojos.

- Ah, ¿Sí? – asiento- pues tendrás muchas noches más para soñar cosas lindas, dime, ¿qué soñaste?

-Pues estaba en el paraíso... había perritos, mariposas, unicornios, ¡las nubes eran de hello Kitty! y todo el suelo estaba lleno de margaritas- digo alegremente, para luego percatarme de la tierna mirada que me da, haciendo que mi cara empiece a tornarse de color.

- ¿Y... Aleksander? – decido cambiar de tema.

-Bueno, hoy le toca hacer el desayuno, mira le tomé una foto- dice sacando su teléfono y empezando a buscar, para luego mostrarme una foto de gatito en la cocina haciendo mala cara como de costumbre, con su traje elegante de siempre, cubierto por un delantal negro que dice "best Daddy" lo que me hace soltar una carcajada.

-Me gusta el delantal.

-Lo obligué a usarlo, pero shh- susurra con complicidad, poniendo su dedo índice en su boca y sonriendo- venga, ve a bañarte que ya hueles- dice haciendo una cara bastante graciosa, agitando su mano de arriba hacia abajo delante de su rostro.

- ¡Oye! ¡Yo no huelo! – exclamo indignada.

-Está bien, tienes razón... el jabón hace bien su trabajo- murmura blanqueando los ojos sarcástico.