Alicia.
- ¿D-desde cuando tienes ese... libro? – Intercambio mi mirada entre Aleksander y el libro durante unas tres veces y sonrío ligeramente. Y debo decir que, en el tiempo que llevo aquí, nunca había visto la cara pálida de Aleksander volverse roja.
-Gatito, estás rojo- murmuro haciéndome la inocente, lo que hace que se ponga aún más rojo, y esto me hace empezar a sentirme un poco culpable.
-No lo estoy- dice serio, después de pocos segundos de trance.
-Si tú lo dices- susurro, empezando a intercambiar mi mirada nuevamente entre la de él y las letras del libro. Lo que tal vez lo hace darse cuenta de que ya he leído suficiente.
-Responde mi pregunta... Por favor.
-En resumen, la última vez que vinieron las chicas fui a buscarte a tu oficina, pero en vez de a ti encontré a Jeff y la única excusa que se me ocurrió fue decir que necesitaba un libro- digo sonriendo.
- ¿Y... justamente ese libro? – murmura haciendo énfasis en la palabra "ese" y un poco de color empieza a subir nuevamente a su rostro, pero esta vez sí logra controlarlo.
-Fue el primero que vi, solo me llamó la atención el color... porque era el único rosa que había- Él asiente lentamente y decido que ya es suficiente, pues se ve que tienes ganas de acabar con el tema. Así que paso la hoja e intento continuar la lectura de manera despreocupada.
-Ehh... Carlo nos está esperando... para almorzar- Interrumpe rápidamente, así que asiento con una sonrisa, pues ya me está entrando un poco de hambre.
Una vez a su lado, me ofrece su mano, así que agarro uno de sus dedos y empezamos a caminar con dirección al comedor.
Una vez allí nos sentamos en silencio y después de unos segundos entra Miranda, colocando los platos con comida, vasos y cubiertos en sus lugares correspondientes. Sigo sin acostumbrarme a ser atendida así.
Sigo sin acostumbrarme a que se me permita comer las tres veces al día.
Y... sigo sin acostumbrarme a no ser golpeada o encerrada en un sótano todos los días.
Se siente bien ser tratada con... ¿cariño? ¿Amabilidad? ¿Cómo se le llama a eso?
Cuando salgo de mis pensamientos, Carlo y Aleksander ya están comiendo, así que rápidamente empiezo yo también.
Gatito saca el teléfono, envía un mensaje o eso creo yo y lo guarda nuevamente.
El teléfono de Carlo suena, este lo saca y empieza a mirar.
Al parecer, lo que vio o leyó lo hace ahogar con la comida, le doy unos cuantos golpecitos en la espalda, que seguramente no sirvieron de nada en un hombre tan grande como él. Una vez se compone, le da una mirada extraña a Aleksander, y luego me mira a mí.
Carlo guarda el teléfono y empieza a comer nuevamente, ahora un poco ansioso.
Nos quedamos en un silencio cómodo durante unos minutos, pero una pregunta no me deja comer en paz. Ellos deben ser caregivers, ¿No? Alanna me lo dijo... pero, ¿Tendrán una baby? Nunca los he visto hablar con alguien más aparte de Jeff, Nikolai, algunos trabajadores y las chicas. Tal vez tengan a una escondida... o a uno.
¿Será esa la relación de ellos...? No, definitivamente no.
-Alanna me dijo que ustedes son caregivers- esta vez, es Aleksander quien se ahoga con la comida. Me quedo mirándolo intentando aguantar la risa.
- ¿Ella... te dijo eso? – pregunta Carlo.
-Sí, por eso me dio curiosidad leer ese libro cuando vi de qué trataba- digo despreocupada.
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Soy feliz, si estoy con ustedes (en proceso)
RomanceAlicia es una niña de quince años, que toda su vida vivió bajo el maltrato psicológico y mental por parte de sus padres. Su cumpleaños, un día como cualquier otro, es secuestrada por dos de los jefes de una importante mafia. ¿Qué pasará, al darse...