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-Papá.- Lo llamé antes de pasar la puerta de su estudio.- Necesito hablar contigo.

-Hijo, claro pasa.- Se levantó y me recibió con un abrazo.

Hacia mucho tiempo no lo veía, su cabello ya con algunas canas pintadas me indicaba el paso del tiempo, por más que uno sea consciente de que los padres envejecen, nunca terminaremos de acostumbrarnos a eso.

-No me digas que peleaste con T/N ahora que la encontraste porque seria muy decepcionante.- Me reprendió a su manera mientras nos sentábamos uno frente al otro.

-En realidad no fue una pelea, simplemente no hablé con ella.- Dije avergonzado encogiéndome en el lugar.

-Christopher, así no te educamos.- Renegó y se sobó el tabique de la nariz.

-Lo sé, pero antes de pelear con ella decidí mantenerme en silencio.- Me justifiqué frente a él.- No puedo pelear con ella, no puedo llevarla a mis problemas y mucho menos perderla nuevamente por eso.

-Hijo, ¿por qué pelearon?- La voz calma de mi padre me hizo recordar el día que le confesé lo que sentía por la chica en cuestión y más aún lo tranquilizadora que fue su charla cuando ella desapareció de mi vida.

Sin aguantar más y de forma nerviosa le conté todo lo ocurrido en la puerta del instituto de los niños. Frente a esto también tuve que contarle la suspensión de Minho y lo que él me había mencionado sobre el director.

-Ay hijo.- Suspiró negando.- Es su madre, biológica o no, es su madre. ¿Cómo esperabas que reaccionara?

-Pues...- Comencé sin saber bien que decir.

-¿A caso no recuerdas la cantidad de veces que ella se peleó con la gente por defenderte?

Miré extrañado a mi padre, ¿T/N había peleado así para defenderme? Yo recordaba que ella me había defendido en múltiples ocasiones, pero no recordaba ninguna donde ella se viera involucrada como ahora.

-Realmente recuerdo que ella me defendía, pero no se ponía como ahora.- Negué con el ceño fruncido.

-Ella siempre fue una chica tranquila, hasta que se metían con quienes más quería y tú eras uno de ellos.- Afirmó mi padre con seguridad.- Sus padres vinieron a hablar con nosotros cuando ella comenzó a tener una actitud un poco más agresiva hacia sus compañeros y solía meterse en problemas por defenderte, al punto de que a pesar de ser la delegada del salón la suspendieron en más de una oportunidad.-Abrí mis ojos sorprendido por esa confesión de mi padre.- Quizás no lo recuerdes, porque su familia tenía mucha influencia en la directora de ese momento y le evitaban las suspensiones gracias a los aportes de la familia para la institución.

-¿Fue por eso que...?- Comencé a cuestionarme sintiendo un nudo en la garganta pensando que lo que los había llevado a tener problemas económicos había sido mi culpa.

-No hijo, no te culpes.- Me sonrió comprendiendo lo que estaba pensando.- Eso fue un mal negocio por parte del padre de T/N, se metió en donde no debería haber entrado nunca y eso los llevó a tener distintas carencias, aquí en Corea nadie más quiso negociar con ellos, por lo tanto tuvieron que viajar para aliarse de alguna manera con un inversionista muy poderoso, pero T/N formó parte del trato y su padre con tal de sacar adelante a su familia aceptó, lo cual no significa que no la quisiera. Por el contrario, la amaba y mucho.

-Pero no tenía que alejarla de mi de esa manera.¿Por quélo hizo?- Mis ojos estaban llorosos de solo pensar que nunca había conocido la verdadera situación.

-Eso ya no no puedo responderlo yo, tendrás que preguntarle a ella.- Me sonrió y se levantó, acción que yo imité.

-Abuelo, ¿podemos pasar?- Minho asomó su cabeza por la puerta.

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