5

3.5K 320 12
                                    

POV Minho

-¡Oppa!- La molesta y chillona voz de la niña me aturdió mientras iba caminando hacia mi salón, hacia unos momentos había dejado a mis hermanos con sus respectivas maestras y esperaba poder llegar en paz a prepararme para el inicio del día.

-Mierda...- Murmuré frenando en el pasillo y cerrando con fuerza los ojos, esperando el impacto de su cuerpo con mi espalda.

-Oppa, ¿no escuchaste que te estaba llamando?- La chica se pegó en exceso a mi cuerpo cosa que me incomodaba.

-Estaba pensando en otras cosas, Gyeong-hui.- Intenté zafarme de su agarre, pero fue imposible, ella se apretujó más, así que no tuve más opción que seguir con mi camino.

-Eres malo conmigo.- Hizo pucheros y yo di vuelta los ojos, realmente no toleraba a esta niña.- Pero con el tiempo lo arreglaremos. Tenemos todo el resto de nuestra vida escolar y universitaria para mejorar tu actitud antes de casarnos.- Movió sus manos con ilusión y aproveché ese momento para marcar distancia.

-Ya te dije mil veces que no me casaré contigo.- Me di vuelta y caminé hacia el salón.

-Pero tu y yo estamos destinados y lo sabes.- Me siguió de cerca e intentó volver a tomarme, pero yo fui más rápido y entré al salón.

-No, no estamos destinados, es lo que tu crees porque tu tía es secretaria de mi papá.- Dejé con fuerza la mochila en mi escritorio.- Quítate de la cabeza que seremos familia.

-Si no es por mi tía, entonces será por mi.- Se cruzó de brazos y me miró firme, los que entraban al salón se nos quedaban viendo, como odiaba a la gente chismosa.

-Ni por tu tía ni por mi.- Entrecerré los ojos y la desafié.- Mi padre no quiere a tu tía y yo no te quiero a ti, así que vete por favor y déjame en paz.- Me senté y procedí a ignorarla esperando que pronto entrase mi profesora.

-Ya verás como los dos cambian de opinión.- Amenazó y luego salió de allí a paso firme.

-¿Qué miran?- Grité a todos los que seguían observándome justo antes de que la profesora entrase y me diera un castigo por tratar mal a mis compañeros.

(...)

Suspiré frustrado, el timbre del almuerzo había sonado ya hacía 5 minutos, pero realmente no tenía ganas de comer, si bien T/N me había preparado todo y lucía muy bien cuando lo empacamos, no tenía ánimos de hacerlo.

-Hola...- La voz de mi hermano me sacó de mis pensamientos.- ¿Puedo comer contigo?

-Bin, sabes que no tengo problema, pero deberías comer con tus compañeros, así podrás hacer amigos.- Le sonreí e indiqué que se sentase frente a mi, cosa que hizo con una ligera sonrisita.

-Lo se, pero simplemente quiero pasar tiempo con mi hermano favorito.- Lo observé como mantenía la cabeza baja, él nunca tenía esa actitud y era raro.

Bueno, raro era que mantuviese la mirada en la mesa y no me mirase, porque el almuerzo lo compartíamos siempre por petición de él. Sin avisar tomé su rostro y lo levanté, allí me encontré con un gran golpe en su pómulo izquierdo y otro en su ojo derecho, jamás había recibido golpes y dudaba mucho que haya sido él quien buscó pelea.

-¿Qué ocurrió?- Pregunté apretando la mandíbula sumamente molesto.

-Solo me caí cuando venia hacia aquí.- Dijo avergonzado y queriendo bajar la mirada nuevamente.

-¿Quién fue?- Pregunté pero él sólo se mantuvo en silencio. Sin importarme nada me levanté y caminé hecho una furia a su salón.

-Minho, por favor...-Trató de correr y detenerme, pero al ser más bajo que yo no pudo hacerlo ya que cuando se quiso dar cuenta yo ya estaba en medio de su salón mirando a todos los allí presentes.

BabiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora