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-¿Enserió gritaba como un bebe?- Minho preguntaba casi sin aire por reírse, mientras sus hermanos se carcajeaban sin problema, algunos esparcidos en el suelo y otros en los muebles.

-¿Qué les estás contando ahora?- Dije molesto mirando serio al mayor mientras ponía sobre la mesa del comedor algunos de los platillos que habíamos cocinado con T/N.

-Nos está contando la vez que entraste en la casa embrujada del parque de diversiones y luego no dormiste por varios días.- Soltó como pudo Changbin.

-Eras muy miedoso de pequeño, papá.- Se burló Felix, él más miedoso de los 7.

-Oh, Lix... eso fue un par de años antes de que ustedes llegarán a esta casa.- Dijo mi tío y sentí mis mejillas arder al escuchar la risa de todos, incluida la de T/N.

-¿T/N a ti te da miedo la casa embrujada?- Preguntó Seungmin con sus ojitos brillantes por las lágrimas causadas al reír tanto.

-De hecho no...- Dijo controlandose.- No suelen darme miedo, me divierten.

-Son horribles, hay mucha oscuridad, telas de arañas, no sabes donde pisas y tampoco sabes quien puede salir, ni por donde ni cuando.- Dije con espanto, causando más risa en todos los allí presentes.

-¿Ven?- Señaló el más mayor.

-Deja de dejarme en ridículo.- Le lancé el primer cojín que encontré.- Niños vayan a lavarse las manos, la cena está lista. Yo iré a despertar a Jeongin.- Informé y salí directo a la habitación de T/N donde descansaba mi pequeño.

Al entrar lo vi acurrucado con su dedito en la boca y abrazando una manta que de seguro traía el perfume de T/N, completamente dormido. Se veía tan adorable que no quería despertarlo, antes decidí sacarle una fotografía. Luego ya me acerqué a su lado y con mimos lo desperté, al principio me costó un poco, pero ya cuando le mencioné la comida se despertó del todo y comenzó a saltar sobre mi.

-Vamos pequeño, tienes hambre.- Dije riendo y cargandolo en brazos.

En el comedor ya estaban todos, aunque el ambiente era algo extraño, mi tío no le quitaba la mirada a T/N y ella solo permanecía con la cabeza agachada.

-¿Ocurrió algo?- Pregunté extrañado. Todos negaron y dimos comienzo a la cena.

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Una vez finalizada la cena me dediqué a acostar a los niños mientras T/N se encargaba de limpiar los platos, cuando ya todos estaban ubicados, incluso mi tío, dejé la almohada, mi pijama y las cobijas que había tomado sobre el sofá de la sala y me acerqué a la cocina, donde T/N terminaba de secar la vajilla.

-Te ayudo.- Afirmé y comencé a guardar todo en sus respectivos lugares. Por primera vez ella se mantenía en silencio y sin siquiera mirarme.- ¿Te pasó algo hoy?

Ella me miró extrañada y con el trapo en la mano.

-Digo, entraste en la oficina muy molesta.- Continué.- No es que me incomode, solo quiero saber si puedo ayudarte con algo o si quieres hablar con alguien.

-Descuida, estoy bien.- Me sonrió o al menos lo intentó, luego se volvió a quedar en silencio concentrada en terminar de secar las últimas cosas.

-Mi tío...- Comencé y ella me interrumpió.

-Hoy hace fecha de la muerte de mis padres, lamento haber demorado esta mañana, necesitaba un tiempo a solas.- Dijo y yo quedé un poco aturdido por lo que mencionaba.

Cuando pude reaccionar simplemente la abracé, atrayendola hacia mi pecho y acariciando su cabello.

-Descuida, no debes disculparte.- Sentí como ella asintió y respiró pesado, parecía querer llorar.- No te juzgaré si quieres desahogarte.

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