Babies

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- Señor Bahng, qué sorpresa verlo por aquí.- La voz de Junha me hizo sobresaltar y mirarla con molestia.

-¿Qué rayos haces aquí?- Le dije sumamente molesto mientras veía su sonrisa sádica.

-Oh tuve que traer a mi sobrina a emergencias gracias a su hijo. ¿Sabe que la golpeó?- Se sentó a mi lado y yo automáticamente me puse de pie.

-Tu sobrina no debería haber estado allí.- Me crucé de brazos viendo como ella se acomodaba recostándose en la silla de su lado.

-Ella es una simple víctima de un hijo violento como lo es el suyo.- Se miró las uñas con excesiva calma.- Pensé que podría haberlo educado mejor, señor. Aunque ahora que lo recuerdo, alguien más dijo que le había enseñado a ser así, esa tal T/N...¿o debería decirle Nari?- Me miró con su mejor expresión de burla.

-¿Tú lo sabías?- Pregunté con la sangre comenzando a hervir.

-Señor, pensé que era más inteligente.- Se levantó y dio un paso cercano a mi, logrando que yo retrocediera.- ¿Por qué cree usted que solicité entrar en la empresa? Lo mío no es ser una simple asistente de un hombre tan egoísta como lo es usted, mi estatus social es mucho más elevado que el suyo. El señor Lim siempre supo de usted y su relación con Nari, fue por eso que me envió para poder controlarlo.

-Espera...-Era demasiada información para el momento.- ¿Qué clase de relación tienes con el señor Lim?

-Por favor, Bahng.- Soltó riendo de forma sarcástica.- ¿Todavía no lo entiendes?

Me quedé en silencio observándola e intentando recordar si algún detalle se me había pasado en este tiempo que la conocí, pero jamás logré notar nada, solo era una empleada más de mi empresa, bueno al menos hasta que recibí muchas insistencias de su parte para intentar algo y por puro compromiso terminamos saliendo unas pocas veces. 

-El señor Lim es mi hermano.- Soltó y yo la miré boquiabierto.

-Pero... ¿Por qué?- Logré preguntar aún asombrado por la revelación.

-Claro, tú a mi no me recuerdas, porque solo tenias ojos para esa maldita niña perfecta.- Escupió molesta.

-¿De qué hablas?- Volví a preguntar frunciendo el ceño, cada vez más confundido.

-Yo fui compañera suya de clase, cuando estabamos en secundaria yo era la que siempre te dejaba cartas de amor en tu mesa, yo era la que cada vez que podía buscaba llamar tu atención, me sabia exactamente tu horario, tus gustos, tus intereses, aprendí cosas que jamás me interesaron, solamente porque intenté ser perfecta para ti, pero jamás me prestaste atención, solo podías ver a la estúpida de Nari.- Comenzó a sollozar.- Nunca te giraste a verme, nisiquiera cuando esa malcriada se fue gracias a la quiebra en la que se hundía su familia. No me quedó más opción que irme también, pero para acompañar a mi hermano en su maldito intento de orfanato. Yo le entregué a Nari, yo les propuse a sus padres unirse a mi familia para ser salvados de la bancarrota. Pensé tener todo bajo control, estabamos comenzando a salir tu y yo, pero todo se arruinó cuando ellos fallecieron y ella escapó. Me sorprende que tu no te hayas dado cuenta que era ella.

-Espera ahí. Lo nuestro jamás podría haber funcionado y ya te lo he aclarado muchísimas veces.- La detuve en su historia.- Yo amo a T/N desde que entramos en la secundaria, jamás deje de hacerlo y jamás dejaré de hacerlo. Deberías entenderlo de una vez.

-Tú no deberías juntarte con ella y menos ahora que sabes de su pasado y las cosas horribles que hizo. La cantidad de veces que estuvo con mi hermano. Lo zorra que es y como no te tuvo en mente cuando se acostaba con él.

-No vuelvas a hablar así de T/N, ella si lo hizo fue para cuidar a nuestros hijos. Porque allí en ese orfanato que dirige tu hermano estaban pasando un infierno por su culpa.- Gruñí molesto.

-El señor Lim nos golpeaba, no nos daba de comer.- Escuché la voz de Felix a mis espaldas.

Mi madre se posicionó a mi lado y los pequeños igual, enfrentando a Junha junto conmigo.

-Incluso nos hacía bañar con agua helada.- Continuó su relato Hyunjin abrazándose a sí mismo.

-Tu pegabas Innie.- Se quejó mi pequeño Jeongin señalandola con su dedito.

-Ay pero mírenlos, los huerfanitos queriendo defenestrar a una mujer mayor.- Soltó con ironía.- Yo no hice nada y eso que dicen de mi hermano no es cierto. Él les dio cosas buenas siempre.

-Siempre que golpeaba y abusaba de mamá.- Soltó Seungmin molesto.- Ella se entregó por cuidarnos a nosotros, soportando los golpes y abusos tuyos y del señor Lim.

-Si no quieres que llamemos a la policía lo mejor será que desaparezcas ya mismo de aquí con tu hermano.- Advirtió mi madre con su mejor tono amenazador.

-Esto no queda aquí. Además no tienen pruebas de lo que están diciendo.- Dijo cruzándose de brazos al pasar por entremedio de nosotros directo a la habitación de T/N.

Cuando la vi alejarse solté todo el aire que había contenido para ese rato. Miré a mi madre y sentí mis ojos picar, creía que me desmoronaría allí mismo, hasta que me hizo una pregunta con la cual todo mi cuerpo reaccionó corriendo hacia el recinto sin importarme que me siguiera la recepcionista. "¿Dónde están Minho y Changbin?"

Mi corazón latía a mil por hora, temía que ese maldito les haya hecho algo o se los haya llevado con él. No sabía cuál era su habitación, así que tuve que calmarme un poco y agudizar el oído intentando captar las voces de alguno de los tres. Pasé puerta por puerta, queriendo y rogando por escuchar la voz de T/N o alguno de mis hijos, hasta que al fin a mitad de pasillo escuches un grito que reconocí, era Changbin.

Con prisa corrí en su dirección y me precipité a entrar en el lugar. Mis hijos estaban parados al costado de la cama de T/N y mirándome confundidos, mientras ella se encontraba semisentada observando mis movimientos con una ceja levantada. Sin contener más mis emociones y sabiendo que ella no se movería de donde se encontraba me arrojé a sus brazos llorando.

-Lo siento, por favor perdóname...- Hipaba mientras me aferraba con fuerza a su cuerpo y la sentía algo tensa.- No debí ocultarte lo que pasó ese día, pensé que todo se calmara, te juro que no tengo ni tuve interés en ella jamás. Te amo y lo he hecho desde los 13 años.- Afirmé y sentí como ella suspiró.

-Christopher...- Me llamó y sentí mi corazón salirse de mi pecho por volver a escuchar su voz luego de tantos días.- Ya para tu drama. Lo hablaremos cuando lleguemos a casa.- Sobó mi espalda y yo enjuagué mis lágrimas.

-Te amo T/N...- La abracé aun con fuerza y sentí como ella me devolvió el abrazo.

-Yo también lo hago.- Soltó en un suspiro cercano a mi cuello.

-Iugh.- Se quejó Minho a mi espalda.

-Seguimos aquí papá...- Recordó Changbin.

-Esperen...- Los miré separandome de T/N para luego observar la habitación.- ¿No estaba aquí el señor...?

-No papá.- Me paró en seco Minho haciéndome gestos con los ojos para que no terminase la frase.

-¿Señor?- Preguntó confundida T/N.

-Papá pregunta por el enfermero, el que fue a buscarte el alta.- Se apresuró a decir Changbin.

-Si... eso...- Rasqué mi nuca siguiéndole el juego a mi hijo.- ¿Cuándo volverá con tu alta? ¿Qué fue lo que te pasó?

Justo cuando estaba preguntando eso la puerta fue abierta y por ella entró el enfermero que Changbin mencionaba. Venía con unos papeles que entregó a T/N y luego de pedirle que levantase las vitaminas que le hacían falta se despidió de nosotros con una sonrisa amable para dejarnos regresar a nuestro hogar. Dejé a T/N con mi madre y los niños en la sala de espera mientras yo iba a levantar lo que le habían recetado. Estaba tan sumido en mis pensamientos de la situación ocurrida un rato antes, que no presté atención cuando la cajera me entregó las vitaminas acompañada de un "Felicidades", algo extraño ya que faltaban al menos dos meses para las fiestas navideñas, de igual forma le sonreí y agradecí, para así volver con mi familia.

-Ya podemos irnos.- Tomé la mano de T/N y esta no se negó, parecía que todo el mal momento ya había pasado, ella había cambiado su actitud y comprendido que todo fue una trampa de Junha... o al menos eso creía.