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-¿Cuántas veces voy a tener que recordarte que no debes pelear?- Caminaba de un lado al otro de la sala sumamente molesto con Minho. Me había enterado de la pelea que había tenido hoy en su escuela.

-Pero papá, ellos empezaron, golpearon a Changbin.- Se defendió sentado en el sofá con los brazos cruzados.

-¡No me interesa si golpearon a tu hermano, en vez de ir y golpear tendrías que haber ido a decirle a algún maestro!- Sabía que debía bajar la voz porque los niños dormían, pero no podía evitarlo, estaba furioso, esa actitud no lo llevaría a ningún lado bueno.

-¡LOS MAESTROS NO HACEN NADA POR NOSOTROS!- Me levantó la voz.

-Cuida el tono que usas conmigo y respeta que tus hermanos están durmiendo.- Lo miré de frente y él sólo miró a otro lado.- Minho, hijo.- Me senté en la mesa ratona frente a él.- ¿Qué ejemplo le estás dando a tus hermanos? Ellos no pueden verte golpear a otros, eres el mayor, debes cuidar tus pasos, atrás vienen los demás. ¿Cómo te sentirías si te enteras que ellos fueron suspendidos por haber golpeado a un compañero que les dijo algo malo?

-Orgulloso porque se defendieron.- Dijo seguro de su respuesta, cosa que a mi me sorprendió.

-Pero eso no es una buena defensa para nadie. No puedes ir por la vida golpeando a todo aquel que diga cosas que no te gusten.- Puse una mano en su pierna para que me mirase.

-Tú no eres el que debe soportar que se burlen de ti por no tener madre y por no ser querido.- Dijo ahora mirándome con lágrimas en los ojos.- Nosotros lo soportamos día a día, ¿pero sabes qué? Hoy por primera vez sentí que tenía una madre. T/N me defendió más de lo que tu haz hecho.- Mis ojos se abrieron como platos al escuchar eso.- Ella me protegió, me defendió del director, se puso de mi lado cuando me suspendieron. Eso es lo que hace una madre, me cuidó de los otros niños y adultos agresivos que tampoco me ven como un niño más, me ven solo como el huérfano sin madre con un padre que vive para el trabajo y al cual nisiquiera quieren sus niñeras.- Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos café haciendo que en mi garganta se hiciera un nudo tremendo. No sabía realmente lo que había estado pasando con él en este tiempo. Quizás por lo que decía de que pasaba demasiado tiempo en la oficina.

-Hijo... yo lo siento, no sabía como te sentías.- Dije intentando acercarme a su rostro para secar sus lágrimas, pero él se apartó poniéndose de pie.

-Será mejor que vaya a dormir.- Mirando a la ventana y secando sus lágrimas con brusquedad me dejó solo en la sala.

¿Qué debía hacer? Miré hacia el pasillo y comencé a cuestionarme todo lo que había hecho por ellos. Si era necesario que pasara tiempo en la empresa, pero quizás podría acomodar algunos horarios y tratar de llegar antes a casa para compartir juntos. Pero antes de eso debía saber más de lo que ocurrió, ya que cuando llegué solamente pregunté a los niños lo ocurrido al ver los moretones de Changbin.

Tomé aire decidido y me encaminé a la habitación de la niñera, golpeé suavemente la puerta y me abrió con Jeongin en brazos, a quien estaba haciendo dormir.

-Christopher...- Dijo sorprendida.- ¿Ocurre algo con los niños?

-No... bueno si... pero...- Comencé a dudar.- Necesito que hablemos sobre lo ocurrido hoy, por favor.

Ella me miró extrañada y se hizo a un lado para que entrase. Y no recordaba cuando había sido la última vez que había estado en esa habitación, quizás cuando la mandé a remodelar antes de que llegasen los niños, hace unos 2 años. Ahora el aroma de su perfume inundaba todo el lugar, era dulce pero suave, me relajaba.

La vi sentarse en la silla de escritorio para así poder seguir meciendo a Jeongin y yo imité su acción pero sentándome en la cama frente a ella.

-Dime por favor qué fue lo que pasó hoy en la oficina del director.- Pedí armandome de valor.

-Pues...- La noté algo avergonzada.- En realidad fue mucho mi coraje y atrevimiento al hablarle así al director, lo lamento mucho.- Se disculpó de forma abrupta sorprendiéndome.

-¿Por qué lo hiciste?- Pregunté completamente confundido.

-Me dio mucho coraje que no se interesará por lo realmente ocurrido, más coraje me dio cuando vi que los únicos castigados eran Minho y Changbin.- Resopló pero tratando de mantener la compostura.- Eso no fue justo, ellos solamente se estaban defendiendo de las agresiones de otros niños y la escuela protegió a los reales agresores. Yo solo los defendí del mal momento.

-¿Volverías a actuar así por mis hijos en el futuro?- Pregunté entre sorprendido por su reacción y la propia mía, me había realmente impresionado.

-Claro que lo haría, no merecen que les digan esas cosas horribles que les dijeron y menos que sean castigados solo ellos por defenderse.- Dijo sin rodeos, dejándome a mi esta vez sin palabras.- Lamento realmente si les causé más problemas, solo no los castigues tu también.

La miré impresionado, me estaba pidiendo que no castigase a mis hijos por su actitud, esto generaba un gran debate interno en mi cabeza, quizás debería hacerle caso, estaba portandose como una madre que protege de todo a sus hijos, cosa que también me confundía ya que ninguna otra niñera lo había hecho jamás.

-No los castigaré.- Dije firmemente decidido.- Pero deberías pedirles al menos que reflexionen sobre su actitud.

-Ya lo hice, Minho comprendió que no debe golpear, y estamos trabajando en aprender nuevas técnicas de defensa sin agresiones físicas, al igual que Changbin.- Me sonrió.- No seas tan duro con ellos, simplemente necesitan un poco de amor. Se que me entrometí demasiado, pero fue mi instinto el que quiso actuar. Me disculpo por haber sido tan impulsiva.

-Descuida, Minho me dijo como actuante y yo te lo agradezco.- Hice una pequeña reverencia.- Es por eso que también te pido que me ayudes a mi. Quiero ser un mejor papá y para eso debo realizar algunos cambios. Pero no se por donde empezar.- Suspiré observando como ella ahora se levantaba y recostada a Jeongin ya dormido en el medio de la cama para posteriormente sentarse del otro lado, quedando así el pequeño en medio de ambos.

-No sé de qué forma podría ayudarte.- Dijo avergonzada y pensativa mientras tomanba una de las manitas del bebé.- Quizás podrías intentar llegar más temprano con los niños y llevarlos a sus clases extras. También podrías pasar los fines de semana con ellos. Les gustaría un papá más presente por lo que he escuchado.

-Creí que ya lo era y que las equivocadas eran las otras niñeras.- Suspiré y observé a mi pequeño apretar el dedo de T/N con fuerza.- Parece que les agradas mucho a mis hijos.- Le sonreí inevitablemente.

-Supongo que si.- Se sonrojó.- Pero solamente estoy siendo yo, actuando como me hubiese gustado que me tratasen a mi de pequeña.

Esa última frase llamó mi atención ¿a qué se referiría con eso? ¿Será a caso que ella no lo pasó del todo bien con su familia? ¿Algo o alguien le habrá hecho mal en su pasado? Una pequeña preocupación creció en mi y quería averiguar más cosas sobre ella.

-Gracias por hacerlo.- Le sonreí más relajado.- Quizás sería bueno que ellos nos vieran un poco más a los dos, no sólo a uno o al otro.- Propuse de forma impulsiva.- Digo, sería bueno que viesen lo que significa tener una familia, aunque seas la niñera representas en estos momentos una figura materna para ellos.- Me rasqué la nuca algo nervioso por su reacción. Nunca había sido tan impulsivo, siempre me detenía a pensar unas 4 o 5 veces cada movimiento que iba a hacer. Pero desde que conocí a T/N todo eso cambió y me era inevitable actuar de esta forma.

-Sería bueno trabajar en conjunto.- Me devolvió la sonrisa y eso me tranquilizó.

-Deberías descansar.- Asentí con la cabeza.- Si quieres me llevo a Jeongin.- Intenté tomarlo, pero al sentir que lo separaba de T/N apretó con más fuerza su dedo y se quejó.- Creo que no quiere soltarte.- Me reí nervioso.

-Descuida, no me molesta dormir con él.- Sonrió mientras yo lo dejaba en la cama luego de darle un beso en su cabecita.- Descansa Christopher.

-Descansa.- La saludé amablemente y me encaminé a la puerta. Antes de cerrar la observé mimar a mi hijo más pequeño y una sensación de ternura recorrió todo mi cuerpo, además de acelerar mi corazón, era una imagen muy tierna de ver.

Cada vez me comenzaba a llamar más la atención toda la situación con respecto a la castaña, su pasado, la actitud de mis hijos para con ella y estas nuevas sensaciones que ocurrían dentro de mi. Lo mejor sería dejar que todo fluya y seguir analizando todo antes de sacar algún tipo de conclusión sobre el caso.

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