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-¿Qué ocurrió?- Pregunté ni bien me asomé en la enfermería del instituto, me habían llamado al celular mientras estaba en la oficina porque Jisung había terminado allí.

-Señor Bahng, gracias por venir. Jisung estaba en clase y comenzó a levantar fiebre, por ahora lo tenemos bajo control.- Dijo la enfermera que estaba a un lado de la camilla donde se encontraba mi pequeño.

-Le agradezco sus cuidados.- Hice una reverencia leve y me aproximé al niño para comenzar a despertarlo y así poder salir.- Campeón, vamos a casa.

-Papi...- Comenzó a abrir los ojos y sollozar mientras to tomaba su mochila.- Quiero a mamá.

-Ya pequeño, vamos a casa con ella.- Lo cargué y luego de volver a agradecer a la enfermera salimos de la sala.

-¡Papá!- Minho venía a paso apresurado por el pasillo.- ¿Qué le ocurrió a Ji?

-Oh nada, no te preocupes, solo es un poco de fiebre, lo llevaré a casa para que descanse y más tarde vendré por ti y tus hermanos.- Le revolvi el cabello. El castaño mayor me asintió con un gesto que intentó parecer una sonrisa, lo cual percibí al instante y levanté la mirada, se lo veía incómodo, de seguro la sobrina de Junha estaba de nuevo acosandolo.- No permitas que nadie te intimide hijo, cualquier cosa tu me haces llamar y yo te protegeré de todos y de todo.

Ahora si mi pequeño sonrió con más entusiasmo, abrazándome rápidamente y corriendo de regreso al camino que lo llevaba a la cafetería.

Con prisa acomodé a Jisung en el auto y luego conduje a casa. En el camino no dejaba de observarlo, estaba dormido y sudaba, su repentina fiebre me tenía impresionado, no recordaba que hubiese pasado por algo similar antes.

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-Ya Chris, deja de preocuparte.- Se quejó T/N por enésima vez desde que había dejado al pequeño recostado en su cama.

-¿Y si le pasa algo?- Pregunté caminando en círculos e intentando ver la habitación se los mellizos.

-Por enésima vez, ya le dimos el medicamento, también lo bañamos, le pusimos paños fríos en la frente, solo es cuestión de esperar. Siempre le pasa lo mismo cuando comienzan los primeros días de frío.

-Pero...- Volví a hablar nervioso.

-Pero nada, tu te vas ahora mismo a volver a trabajar y yo me encargo de Jisung.- Me reprendió con cariño.

-No señora, yo de aquí no me muevo hasta que a mi pequeño le baje la fiebre, además tu no debes cargar con ningún tipo de peso y lo sabes.- Besé su frente antes de sentarme a su lado.

-Eres un caso perdido.- Negó con la cabeza mientras reía y encendía la televisión.

-¿Jeongin esta durmiendo?- Pregunté acomodandome sobre su hombro mientras le enviaba un mensaje a mi asistente informándole la situación.

-Lo acosté poco antes de que llegasen tú y Ji.- Tomó mi mano y jugueteó con mis dedos.

-Entonces...- Profundicé mi tono de voz.- Podríamos...

-Christopher Bahng, ¿eres un adolescente hormonal ahora?- Se rió con ternura.

-Quizás este intentando recuperar el tiempo perdido...- La tomé en brazos y la senté a horcajadas sobre mi.- Con el amor de mi vida.

Sin poderla dejar responder la besé, la adicción que tenía a sus besos era increíble. Sentí como ella se apretó más sobre mi cuerpo y comenzó a profundizar el beso.

-¿Eso es un si?- Me reí contra sus labios.

-Ahora por interrumpirme es un no.- Se cruzó de brazos ofendida y consiguiendo que yo riera más fuerte.

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