Save Myself (Traducción)

XXII

Los fuegos artificiales resonaron desde algún lugar en la distancia y detrás de sus párpados, Louis pudo ver el cielo brillar mientras las chispas caían sobre la ciudad. Sus labios aún estaban presionados contra los de Harry. Era imposible medir exactamente cuánto tiempo habían estado apretados juntos, alimentándose mutuamente de aire en forma de exhalaciones suaves y gemidos silenciosos. Louis estaba tan metido en eso que el mundo podría haberse acabado a su alrededor y él no se habría dado cuenta. Casi había memorizado cada centímetro de la cara de Harry y la forma perfecta en que sus labios encajaban con los de Louis.

¿Cómo demonios le había llevado tanto tiempo saberlo? Los besos de Harry eran tan suaves y perfectos y Louis podía sentirlo. Había pasado toda su vida convencido de que nunca tendría un momento como este. Que nunca habría una persona por ahí que lo quisiera así: y luego estaba Harry.

Harry.

Harry que lo había despertado de su comatosa existencia. Quien había escuchado cada parte de su corazón sin juzgar. Que se había sentado en silencio mientras Louis averiguaba quién era. Mientras se enteraba de quiénes eran. Cómo encajan. Simplemente se había sentado allí con toda la paciencia del mundo como si supiera que algún día Louis finalmente se daría cuenta. Que algún día Louis finalmente lo creería.

Quería llorar, romper de la mejor manera posible. Louis había pasado cada segundo de toda su existencia sintiéndose como una mancha, como si nunca lo quisieran, como si no pudiera pertenecer a ningún lado y Harry se había ido y le había dado un universo entero. No era sólo el niño rico arruinado de la familia más prominente de Doncaster que no encajaba en ninguna parte. Él encajaba justo ahí. Presionado contra Harry y lo único que se le ocurrió hacer fue sollozar como un bebé.

Louis había pasado años tratando de no romperse y sólo le tomó renunciar por completo a la vida para encontrar un lugar seguro para hacerlo. Harry podía mantenerlo unido. Harry era lo suficientemente fuerte como para darle una fuerza que nunca imaginó.

Por primera vez que pudiera recordar, Louis se sentía bien. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y un sollozo se deslizó entre los labios de Harry. Suavemente, Harry tomó sus mejillas y se apartó, besando suavemente la mejilla de Louis.

"Lou", susurró, "shh, estoy aquí".

Harry apretó a Louis con fuerza contra su pecho, pasando los dedos cuidadosamente por su cabello mientras los mecía de un lado a otro.

"No lo sabía", la voz de Louis se quebró cuando dijo las palabras. Sus manos estaban en puños, agarrando la camiseta de Harry entre ellos.

Sintió los labios de Harry contra su cabello y estaba hecho un maldito desastre, pero por una vez se sentía bien. Por una vez, Louis finalmente estaba donde pertenecía. Por una vez no se avergonzaba de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado y los brazos que lo rodeaban eran los correctos.

"¿No sabías qué?" La voz de Harry era tranquila, firme y zumbaba por las venas de Louis, haciendo que las lágrimas se hicieran más fuertes.

"No sabía que podría querer esto", admitió en voz baja, "que alguna vez podrías quererme".

Harry lo abrazó con más fuerza, "oh, Lou", le dio un beso en la frente a Louis, "nunca he querido algo como te quiero a ti".

Louis lo sentía. Creía las palabras aunque nunca pensó que podría. Harry quería esto. Los quería y Louis se había tomado su tiempo para llegar allí, pero Harry no vaciló y había algo hermoso en ese hecho. Durante toda su vida, Louis recordaba que en realidad no pertenecía y que tal vez nunca lo había hecho, pero esto era diferente. Había nacido en una familia que no lo quería y había estado rodeado de personas que habían prosperado aprovechándose de sus debilidades. Harry no había perdido ni un segundo siendo así. En lugar de usarlo y destruirlo como lo había hecho Matt desde el primer momento en que se conocieron, había usado su ventaja en la vida para levantar a Louis.