wish you were sober | yoonmin

06

Yoongi había despertado con un dolor de cabeza punzante, como si estuvieran clavando un taladro en el costado de su frente y su cerebro vibrara adolorido. La infernal sensación lo torturó hasta que finalmente se decidió a abrir los ojos.

Cuando sus párpados se despegaron y se removió entre las blancas y cálidas colchas, notó que traía puesta una prenda que no era suya, sin embargo, le encajaba a la perfección.

A pesar del gran esfuerzo que hizo, forzando a su mente a maquinar, no recordaba ni una pizca del día anterior, todo eran borrosos recuerdos incompletos de luces de colores y música alta.

No recordaba cómo había llegado a
su hogar o siquiera de quién era aquella ajustada prenda de cuero.

Como una amenaza de las altas horas de la mañana a las que se encontraba, el sol se colaba entre las cortinas, buscando tocarlo, buscando susurrarle los secretos que había divisado en la madrugada.

Sin embargo, Min ni siquiera se movió de la cama. Su cabeza giraba como un incesante espiral y sus músculos estaban adoloridos y exhaustos. Fue una sorpresa para él cuando tomó el dispositivo móvil y pudo ver las brillantes notificaciones que iluminaban la pantalla de aquel celular.

Jimin

Hola, Yoon!!

Sobre lo que pasó anoche...

Tú

?

Qué pasó anoche, Jimin?

Jimin

Oh, ya sabes..

La cosa...

Tú

???

Jimin, tomé demasiado y ahora mismo
tengo una resaca de la mierda, no jodas

Jimin

Oh, no era nada importante

Solo que te presté mi chaqueta y te la
Ilevaste, puedes regresarla mañana?

Tú

Ah, eso

Claro

Jimin

Gracias.

Min definitivamente no comprendía la situación, una laguna mental se apoderaba de su mente, llevándose entre el agua los recuerdos y diluyéndolos hasta que eran el lodo en el fondo, olvidado y lejano. Tenía a su lado aquella chaqueta gruesas, pero siquiera podía acercarse a su mente cómo había llegado a su habitación o cuándo había llegado dicha prenda a sus brazos.

Sin embargo, en la soledad silenciosa y opaca de su cuarto, Jimin sí recordaba cada detalle, cada toque, cada palabra y mínimo choque de miradas. Tenía todo en su mente incrustado como un sueño que solo él había vivido y no podía confirmar su veracidad debido a que aquella noche no era más que un secreto que moriría con él.

Había despertado temprano a pesar del cansancio en su cuerpo, su cabeza había pasado la noche maquinando sin cesar entre aquel roce de labios tan angelical que lo había dejado delirando enamorado.