Yoongi había estado en hospitales antes, no debido a intentos de suicidio, pero sí había estado internado, conectado a máquinas y solitario en la frialdad de un cuarto tan blanco que le quemaba las retinas.
Así que, cuando abrió sus ojos en aquel lugar y pudo divisar el techo blanquecino como la nieve y el frío otoñal, helado como los metales de la cama en la que estaba acostado, reconoció al instante donde se encontraba.
Además, sentía el frío del suero fisiológico recorrer cada rincón de sus venas, haciéndolo sentir congelado por dentro.
Sin embargo, a pesar del frío, apenas sus párpados se despegaron, pudo sentir un calor posarse sobre el, y el peso de un muchacho que se había avalanzado sobre él apenas notó que se había despertado.
Pero Yoongi no podía centrarse en los brazos de su hermano alrededor de su demacrado cuerpo o las palabras que balbuceaba contra su pecho: él solo podía darse cuenta de que estaba vivo.
Su corazón latía, sus articulaciones se movían y todo a su alrededor era real. Su vida seguía rodando como una tragedia cruel que no podía pararse. Había consumido todas esas pastillas pero seguía existiendo en la misma miseria.
Y como si la peor noticia del planeta le hubiese llegado a los oídos, rompió en llanto, un llanto ruidoso y desconsolado. Sus sollozos eran desgarradores y escandalosos, retumbando entre las paredes del hospital. Parecía que le estaban arrancando el alma misma.
—¡No, no, no! —gritó, sintiendo su garganta doler y sus ojos cegados del montón de lágrimas que le brotaban como una cascada furiosa—. ¡No tuve que despertar! ¡No!
Su llanto era desgarrador, como si estuvieran arrancándole el alma de un tirón y le quemara por dentro. Estaba tan sumido en su ira que accidentalmente había golpeado a su hermano y este se encontraba acariciando su nariz adolorida; tan solo podía mirar con conmoción la escena, viendo a su hermano desmoronarse justo frente a él.
El muchacho soltaba lamentos escandalosos, moviéndose bruscamente, tirando de sus cabellos y temblando de tanto llorar.
—¡No tenía que despertar! ¡Yo debía morir! ¡No quiero volver a casa! —cuando sus manos casi se clavan en sus brazos, Geumjae se vio forzado a tomarlas para evitar que se lastimara aún más.
La crisis por la que estaba pasando era grave, estaba destrozado y no parecía poder siquiera respirar. Sus manos hubiesen seguido moviendo con violencia de no ser por la fuerza que ejercía su hermano en sus muñecas.
La única palabra que podía definir los sentimientos de Yoongi ahora mismo era frustración. Una fuerte y ardiente que le quemaba por dentro y se presentaba como una bruma negruzca alrededor de su cabeza.
Despertar luego de creer que la tortura ya había terminado era mil veces peor de lo que jamás imaginó. Saber que el aire le seguía llenando los pulmones y debía enfrentar su realidad —la cual era la misma, e incluso peor ya que tendría que soportar comentarios de lástima o quizás quejas insensibles—.
Él era quién sufría, él era quien trató de acabar con su vida, ¿por qué los demás no podían simplemente escuchar, en lugar de gritarle que parara de dañarse para parar su tristeza?
—Yoon... —susurró su hermano, mirándolo con ojos cargados de melancolía—. Lamento haberme ido de casa, lamento no haber estado para ti. Pero... yo también la pasaba mal allí, no podía aferrarme.
—Quiero estar muerto, no quiero ver a papá... —sollozó, lanzándose a los brazos de su mayor, mojando su camiseta de lágrimas incesantes.
—Papá no está enojado —le aseguró, acariciando sus cabellos con parsimonia—. Ya hablaré yo con él, no pienses en eso.
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wish you were sober | yoonmin
FanfictionJimin estaba cansado de ir a fiestas, de los destellos coloridos de las luces, de la música a todo volumen, de la gente pretendiendo ser alguien que no era, de que Yoongi solo lo amara cuando estaba pasado de copas. "Llévame donde la música no sea...