wish you were sober | yoonmin

03

El lunes había llegado con rapidez y Jimin se encontraba en dicha mañana bañándose con tranquilidad. Había tenido un sueño reparador esta semana así que se había levantado a las seis y media sin dificultad alguna, con tiempo de sobra para desayunar, ducharse y ordenar su habitación antes de salir.

No sabía que el ruido repentino de su celular justo cuando salió de la regadera sería tan solo el comienzo de la tortura a la que estaría sometido por, quizás, el resto del año escolar.

Yoongi ♡

Hola, tonto

Jimiin

Jimiin

Tú

Que milagro que me escribas

Necesitas dinero?

Jimin y Yoongi eran amigos desde la primaria, pero no era muy común que se mensajearan. Solían esperar a verse en persona para hablar, ya que esto ocurría con frecuencia.

Yoongi ♡

Tonto

Noo

Quiero que salgas conmigo

Tú

...

Yoongi ♡

No algo gay, tonto

Quiero que vayas conmigo a una fiesta

Es que no quiero ir solo pero estarán
Jennie y Jisoo ahí

Si me acompañas le hablo bien de ti a
Jisoo y quizás puedan darse unos besos

Tú

No, gracias

Pero está bien, te acompaño

Te pones muy malo cuando te
emborrachas, alguien debe cuidarte

Yoongi ♡

TE AMO ♡♡♡

A Jimin no le convenía ir a esa fiesta y sabía el regaño de parte de Soyeon que le esperaba cuando le contara aquello. Sin embargo, ¿cómo decirle que no a Yoongi? Sería insistente toda la semana hasta que dijera que sí, y tampoco es que pasaría nada de otro mundo en aquella reunión... ¿Verdad?

Cuando el rubio estuvo vestido, su cama tendida y su bolso en su hombro, bajó a subirse al Hyundai de su madre. Su padre nunca lo llevaba porque entraba demasiado temprano al trabajo y no le daba el tiempo.

En el camino admiró el silencio, sumergido en sus pensamientos transitorios acerca de aquella invitación que se le había hecho en la mañana. Era bastante obvio que nada especial ocurriría, pero pensar en los coqueteos sutiles —o poco sutiles— que Min le dedicarían hacía que su corazón se acelerara y sus mejillas se colorearan de un notorio carmín.

A la vez, sentía sus ojos picar con tan solo pensar en que aquella atención solo la recibiría si Min se pasaba de copas.

La mayoría del tiempo, su corazón rogaba por que, durante una de esas veladas nocturnas, el pelinegro cobrara consciencia y como un tonto enamorado le pidiera salir de aquella bulliciosa multitud de alta música e insoportables luces cegadoras. Que salieran al jardín y un Yoongi totalmente sobrio lo besara, mientras le suspiraba cuanto lo amaba y le besara el alma, no solo los labios de manera superficial.