🍃 Capítulo 33🍃

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● Un sentimiento familiar y un gato feo.

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Mini-maratón 2/3

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● OWEN

—¡¿A dónde se supone que voy a esconderme?! —susurró con desesperación.

—¡Donde sea, mi padre no puede verte aquí! —respondió Saskia, también en un susurro desesperado.

—¡Princeeeesa...!

—¡Owen, tenés que esconderte!

—¿El baño?

—No, él suele entrar a veces para lavarse las manos.

—¡¿Entonces a dónde me meto?!

Nerviosos, ambos chicos giraban sobre su propio eje en un intento desesperado por encontrar un escondite para el pelinegro. Luca estaba a nada de llegar a la puerta, así que tenían el tiempo contado.

—¿Princesa? —insistió Luca.

—Debajo de la cama.

—¿Qué? No, olvídalo.

—Owen...

—¡No, no, soy claustrofóbico!

—Ay por favor, eso no es cierto.

—Okey, pero no quiero hacerlo.

—Bien, deberás enfrentarte ante mi padre y no respondo si busca su sartén.

Owen la miró con mandíbula tensa y enseguida maldijo.

—Mierda.

Sin más que decir, se agachó para arrastrarse debajo de la cama y gracias a que era demasiado grande, tuvo que doblar un poco las rodillas para que no le vieran los pies. Miró a un lado y solo podía ver los pies de la morena caminar hacia la cama y sentarse sobre ella.

Enseguida la puerta se abrió, Owen miró los pies del hombre que estaban enfundados en un pantalón de mezclilla y unas botas café, provocando que el corazón se le alterara más.

—Princesa —canturreó el hombre, no sabía qué pasaba, solo pegó un respingo cuando escuchó el chillido emocionado de la morena. La chica saltó de la cama bruscamente que sus pasos se oían por toda la casa.

—¡Papá! —Owen puso sus ojos en blanco y aunque quiso hacerse el serio, sonrió al notar que la chica estaba emocionadísima, aunque seguía sin saber por qué.

—¿Te gustó?

—Claro que sí, esta hermoso, o hermosa ¿Qué es?

—Mmm, la verdad no sé...

—¡Ahh, mirá sus ojos! ¡papi, esta hermoso!

—Supuse que te iba a encantar.

—Me encanta. ¿lo compraste?

—Oh no, lo encontré cerca de un basurero junto con dos más, para mi mala suerte, tomaron los otros dos y dejaron a esta pobre cosita fea.

—Papá, no seas cruel, está lindo. —dijo la morena y Owen miró que caminaba hacia la cama, seguida por su padre.

—Claro, si vos lo decís. —el hombre suspiró y también se sentó, a Owen empezaban a entumírsele las piernas.

—Oh, es niña, es preciosa.

—Bueno, no te encariñés con ella que no hemos hablado con el sheriff.

—¿Qué? Pero, papá. Ya me ilusioné, ya hasta la amo. —Owen sonrió al escuchar a la chica y se imaginó haciendo un puchero.

Todo Lo Que Fuimos Sin Querer © ✓ ACTUALIZANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora