🍃 Capítulo 06 🍃

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● Momento de poner un alto.

▪▫▪▫

OWEN

Deaton escribía algo en su libreta mientras él repiqueteaba los dedos sobre su mochila y la observaba. Habían dejado la hora de la terapia después de las clases.

—¿Sabes? me agrada de que te has vuelto más directo —comentó y lo miró fugazmente—, me ayudas mucho a entenderte.

Owen solo pudo asentir y suspiró. La mujer dejó su pluma sobre la libreta, apoyó ambos codos sobre la madera y entrelazó sus dedos, observando al pelinegro con una ceja enarcada.

—¿Qué pasó? Me está viendo muy raro. —dijo y se removió incómodo.

—Saskia —volvió a removerse muy incómodo y tenso. Sintió que se sonrojó y en ese momento deseó no haberla mencionado antes, más de dos veces—. ¿Qué pasa con ella?

—Mmm..., n-no..., no pasa nada. Ni siquiera somos..., somos amigos. —fue lo que dijo y se obligó a verla para darle más seguridad a sus palabras.

—Tal vez deberían empezar por ahí antes de cualquier cosa ¿no? por lo que veo es un interés romántico.

—Pues sí, pero..., ¡no! no, quiero decir..., no. Ella es tan..., ni siquiera la soporto.

Deaton sonrió y asintió. Owen estaba muy incómodo, sabía lo que pensaba, era suficiente con ver su cara.

—¿Qué es lo que pasa, Owen?

Rascó su costado izquierdo de forma distraída y negó.

—Lo sabe perfectamente.

—Sería mucho mejor si lo dices.

Owen suspiró y se pasó la mano por la cara. Intentó hacerlo, pero lo único que emitió fue un gruñido y se puso de pie, dándole la espalda a la mujer.

—No puedo..., ella se acerca a mí y..., y lo único que puedo hacer es ponerme a la defensiva, los nervios me traicionan, el miedo me invade y yo..., no quiero tener..., no puedo.

Se volvió hacia ella y tuvo que parpadear ya que sentía sus ojos escocer.

—No puedes dejar que el miedo controle tu vida, Owen.

—Eso ya lo sé, doctora, lo sé, pero..., no puedo evitarlo ¿no lo entiende? —cerró sus ojos al sentir que se estaba alterando—. Perdón..., yo..., ella es tan linda que..., así sean pequeños momentos, me agrada que se acerque, de alguna manera me hace querer estar a su alrededor.

—Te atrae.

—No, no puede ser eso... —comentó en voz baja.

—Por supuesto que puede ser eso ¿y sabes qué? Es eso, ella, Saskia te atrae mucho. Lo que ha pasado en tu vida no puede impedirte que quieras a alguien.

—Lo que pasó ese día..., fue mi culpa y no creo...

—Owen, aclaremos una cosa, tú no tuviste nada que ver ¿okey? No fue tu culpa y querer aceptarlo no hará que te sientas mejor, ni que desaparezca lo que sientes.

El pelinegro tragó saliva y se volvió a sentar.

—¿Sí...? —su respuesta sonó más a pregunta.

—Fue un abuso sexual hacia tu madre y hacia...

—Por favor, yo no...

—Es mejor llamar las cosas por su nombre.

Todo Lo Que Fuimos Sin Querer © ✓ ACTUALIZANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora