🍃 Capítulo 36🍃

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● Un terrible mal entendido.

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● SASKIA 

Owen y Saskia caminaban tomados de la mano hacia la casa de la morena. El color naranja y el negro los cobijaba en cada paso que daban por las calles coloridas y adornadas con calabazas, ciertos fantasmas que colgaban como parte de la decoración de Halloween en algunas casas o postes de luz, así como adornos de brujas, telas de arañas y arañas, algunas pequeñas y otras enormes.

Owen se sentía extrañamente feliz y por alguna razón sonreía genuinamente. Alzó un poco la mano de la chica y la llevó a su boca para poder besar el dorso de esta. Saskia creía que su cara iba a explotarle de tanto que se sonrojaba.

—¿Y sí vas a entrar? —preguntó de pronto la chica, Owen sonrió y la miró con ceja enarcada.

—Oye, si seguís así me vas a secar...

—¡Owen! —la chica, abochornada, le dio un manotazo en el hombro a Owen que lo hizo reír—. No me... ay, sos un idiota.

—Solo es una broma, ricitos —Saskia puso sus ojos en blanco mientras él seguía riéndose de ella—, y relájate, que el puesto de amargado es mío, no tuyo, no seas copiona, eh.

—Tonto —negó intentado no sonreír.

—No creo que a tu padre le parezca buena idea que yo entre a su casa. Sobre todo, a esta hora.

—A lo mejor, pero no creo que le moleste si te quedas un par de minutos.

—¿De verdad querés que lo haga?

—Sí, Owen. Cada segundo a tu lado me encanta.

—Está bien, pero solo un momento. No quiero molestar al suegro y que después haya problemas ¿sí?

La chica soltó un pequeño chillido emocionado y se lanzó al pelinegro para besarlo. Rápidamente tomó su mano y se apresuraron a entrar a la residencia. Owen ya se había puesto muy nervioso, pero trataba de relajarse. No era nada del otro mundo ¿cierto?

«Bueno, quien tenga miedo a morir que no nazca» se dijo en sus adentros y decidido, caminó con la morena hasta la puerta de su casa. En la puerta ella soltó la mano de Owen para rebuscar las llaves y así poder abrir.

—¿Dónde están las malditas...? oh, aquí están... —avanzó y metió la llave en el picaporte, abrió y se giró hacia el pelinegro—. Todo está bien, tranquilo.

Dejó un pequeño beso sobre sus labios y lo hizo entrar a la casa. Le sorprendió que no estuvieran en la sala. Miró a Owen y le dijo que esperara en la sala mientras ella iba en busca de sus padres, fue entonces cuando los miró que estaban en el patio, Luca parecía molesto. Al parecer discutía con alguien por celular mientras que Margaret negaba.

Se acercó poco a poco a la puerta que daba al patio y entreabrió la puerta un poco con una enorme sonrisa, se detuvo al escuchar a Luca hablar.

—Nada, no me responde el maldito celular.

—Luca, debes relajarte, así no arreglarás nada.

—¿Y que se supone que haga? Margaret, quedamos en una hora y mira, van a dar las nueve, debería estar aquí.

Saskia se tensó por completo, buscó su celular y notó que estaba apagado. Maldijo en su interior, no se había dado cuenta del momento en que lo había apagado. Miró de nuevo a su padre, este estaba más que enfadado.

—Llamemos a ese muchachito.

—Margaret, prácticamente no sabemos nada de él, es tan... ese muchacho no me da confianza, menos después de lo que supimos hoy. —Luca se guardó el celular y se cruzó de brazos, molesto.

Todo Lo Que Fuimos Sin Querer © ✓ ACTUALIZANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora