- Buenos días – dijo Juliana con cara de pocos amigos. Tenía un dolor de cabeza insoportable, molestias en los ojos y unas nauseas horrendas.
- Buenos días – respondió Tony – Pareciera que te pasó un camión varias veces por encima.
- Así me siento – se quejó bufando y escondiendo su rostro entre sus brazos recostados en la encimera de la cocina – Puta noche tan horrenda, tuve mil pesadillas con Val enterándose de la verdad y rechazándome. Ni siquiera me dejaba hablar o explicarle lo sucedió, traía un sobre amarillo en la mano, y hasta un trancazo me llevé.
- ¿Qué? – preguntó el joven.
- Que me atropellaron – aclaró – Lo peor es que siento mi cuerpo como si de verdad hubiera sucedido – su amigo le acercó una taza de café, tomó un sorbo y suspiró.
- No puedes seguir así, no es sano para ti, debes agarrarte los huevos y hablar con ella de una puñetera vez. Es mejor que se entere por ti y no por otra persona, eso si que no te lo perdonaría y lo sabes – le advirtió.
- Que sí, pesado. Ya lo sé o por que crees que estoy armando todo esto, necesito tener todas las pruebas juntas y poder explicar paso a paso lo ocurrido. No puedo soltarle solo la verdad y esperar que me crea, si la quiero recuperar debo poner todas las cartas sobre la mesa – explicó volviendo a tomar de su café.
- Es correcto, pero mientras más te tardes peores pueden ser las consecuencias – insistió y ella suspiró pesadamente.
- ¿Terminaste de revisar los videos ayer? – asintió.
- Te compartí todos los que me parecieron más importantes, los subí a la carpeta compartida, dales una mirada y me avisas cualquier cosa – dijo antes de morder su tostada.
- Gracias, Tony – respondió – Me voy a bañar, debo ir a llevar a Enzo al colegio – la morena tomó una ducha rápida para evitar retrasos y se puso ropa deportiva. Tenía la intención de irse a correr después de dejar al pequeño en el colegio, si es que el dolor de cabeza se lo permitía, necesitaba despejar todos los sobresaltos de la noche anterior.
- Buenos días – la sonrisa de Valentina estaba hermosa, como siempre, al momento de abrir la puerta.
- Buenos días, Val – respondió con su cara evidenciando su malestar.
- ¿Estás bien, Juls? – preguntó al notar sus ojeras y su mala cara.
- No he podido dormir bien, así que la cabeza me está matando – respondió cerrando los ojos. La castaña se acercó a ella, la llevó al sofá y colocó sus manos a ambos lados de su sien para empezar a masajearla.
- ¿Por qué no pudiste dormir? – preguntó mientras la morena se perdía en las sensaciones de tenerla cerca, y como siempre, velando por su bienestar. Se sentía una imbécil por sus decisiones del pasado, por no haber confiado en ella y por colocarlas en ese punto en el que estaban, lejos una de la otra, a pesar del amor infinito que se tenían.
- Pensando en ti, en Enzo, en lo tonta que fui y sigo siendo – abrió sus ojos y la miró fijamente – Tuve pesadillas con esta maldita sensación de que estoy a punto de perderte para siempre, siento que me ahogo, Val – ella detuvo su masaje – Mírame, por favor, dime que pase lo que pase no te voy a perder.
- Juls, yo – suspiró, cerró los ojos y volvió a mirarla – He tenido toda la paciencia del mundo contigo, a pesar de que me rompiste el corazón en mil pedazos. Cuando te deje ir pensé que moriría, nunca imaginé un para siempre sin mi Juliana, me sobraba vida y me faltabas tú. Te esperé, pasé meses mirando a la puerta para ver si aparecías. Y ahora, cuando finalmente lo hiciste, no me dices nada – el dolor era evidente en sus ojos – No sé qué puede ser tan grave, pero está claro que es más grande que lo que sientes por mí.
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Olvídame Tú
FanficJuliana es un alma libre, Valentina no tanto. La gran pregunta es, les alcanzará el amor para una segunda oportunidad?