Olvídame Tú

Episodio 25: No se Aceptan Invitaciones

Pasaron tres semanas en las que Juliana estuvo bastante ocupada preparando el estreno de su nuevo documental que retrataba la triste realidad de varias comunidades empobrecidas al sur de Zimbabue, el país más pobre del mundo, con maestría pudo captar los audiovisuales más estremecedores posibles que reflejaban el estado de miseria casi total de aquellos seres humanos abandonados tanto por su gobierno como por los organismos internacionales creados para garantizar los derechos básicos de cada persona. Era imposible no llorar al conocer los personajes que protagonizaban las entrevistas, resultaba imposible de creer que en aquellas condiciones tan infrahumanas aun pudiera existir la vida. Cada lugar visitado durante el recorrido era un clamor constante de ayuda, un grito desesperado que nadie parecía escuchar.

- ¡WOW! Juls esto es... - la ojiazul había quedado sin palabras, ella era la primera persona, aparte del equipo de producción, que tuvo acceso a ver la versión final que estaría disponible en la plataforma - De verdad no sé cómo digerir esto, me resulta simplemente increíble que nadie haga nada al respecto, esta gente está muriendo. Esos niños no creo que puedan superar siquiera la adolescencia.

- Lamentablemente la esperanza de vida en esos lugares es muy baja - comentó la fotógrafa - Es lamentable que nadie haga nada por ayudarlos - su rostro reflejaba una aflicción profunda. Lo que vio durante las filmaciones la había marcado profundamente, las imágenes eran crudas, pero sin ganas de ser populista o amarillista. Sino desde una visión de abogar por el cambio y la ayuda que necesitaban aquellas personas.

- Tú lo estás haciendo, estás alzando la voz por ellos, estoy muy orgullosa de ti - comentó la ojiazul y la abrazó con fuerza - Gracias por ser tan increíble, definitivamente Enzo no puede tener mejor madre y yo no pudo haber elegido un alma gemela más pura. Te amo.

- Yo también te amo - respondió.

- ¡Guerra de abrazos! - gritó el pequeño al verlas abrazadas y salió corriendo a unirse y ellas lo recibieron con los brazos abiertos.

- ¿Terminaste los deberes del colegio? - preguntó Valentina.

- Sí, mami. Ya acabé todos - respondió.

- Pues yo digo que nos merecemos un helado de chocolate y dulce de leche - agregó la pelinegra y el menor se relamió los labios cómicamente.

- Un momento - pidió el pequeño - ¿Por qué si solo yo hice deberes todos comeremos helado? - entrecerró sus ojitos.

- Porque mamá y yo los compramos, ¿te parece suficiente motivo? - respondió Juliana bromeando y él asintió de forma vehemente.

- ¡Juls! - Valentina empezó a reír, ese par era tal para cual. Los amaba y hacían de sus días algo maravilloso con sus locuras, sus ocurrencias y ese vinculo tan bonito que los une. Eran su todo, con ellos no faltaba nada más.

Dos días después fue el gran estreno de "Los Olvidados", habían organizado una actividad a la que asistieron importantes figuras del medio artístico y empresarios ligados a las telecomunicaciones. Como era de esperarse, Juliana Valdés, acompañada de Valentina y su pequeño, fue la gran estrella de la noche. Se realizó la proyección del audiovisual y el publico quedó boquiabierto, era simplemente conmovedor, arriesgado, desafiante, arrebatador. Los aplausos no se hicieron esperar, así como las lágrimas de muchos de los asistentes. Al finalizar la fotógrafa agradeció a todo su equipo de trabajo, a los ejecutivos y muy especialmente a su familia.

- Gracias a mi hijo y a mi esposa, sin ellos nada es posible ni tiene sentido - explicó en su alocución - Son la razón por la que hago este trabajo, porque quiero un cambio que permita hacer del mundo un mejor lugar para mi pequeño Enzo y para que mi Val se sienta orgullosa de mí. Los amo con todo mi corazón - les lanzó un beso mientras ellos aplaudían de pie, orgullosos y sonriente, en primera fila.