Capítulo 5

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Desde muy temprano, comencé a darme una ducha. Alexey está por irse a trabajar y no quería encontrármelo.

Ya han transcurrido dos días, mismos en los que no me ha dirigido la palabra y, a razón de ello, nada más le da indicaciones a Emma en cuanto a mis restricciones; no puedo salir de la Mansión, cualquier alimento será en el ala y tengo estrictamente prohibido hablar con Stan o Yale.

Salí del baño, corrí hasta la habitación y comencé a cambiarme. No tiene sentido alguno que utilice ropa decente, pues pasaré todo el día aquí dentro.

Vestí un pantalón holgado, de tela suave, camiseta con la respectiva ropa interior y una sudadera, así como calzado deportivo.

Señora —habló Emma al otro lado.

—Mande —contesté colocándome la pomada de las muñecas.

Tiene una llamada. Es del Liceo, quieren hablar con usted.

—Diles que...

¿Sí?

Al escuchar la voz de Alexey, salí de inmediato. El sujeto ya tenía el teléfono en posición y se negó a dármelo a pesar de que se lo pedí de la manera más amable que conozco.

—¿Qué te dijeron? —le susurré a Emma, quien nada más se encogió de hombros.

—¿Cuál es el motivo? —preguntó Alexey—. De acuerdo —ladeó la cabeza—. No, gracias a usted —colgó y le devolvió el aparto a Emma, para luego dirigirse a mí—. El Consejo Estudiantil quiere verte.

—¿Para qué?

—No me dijeron —contestó—. Puedes salir, nada más para eso y vuelves aquí —indicó mirándome—. ¿Entendido? —Asentí.

Una vez que Alexey se retiró, me dirigí con Emma a la habitación para cambiar mi ropa por algo más adecuado; una playera color negro de manga larga y cuello alto, falda guinda con botones al frente, medias y un par de botas. Además, tuve que ponerme una pañoleta a cuadros azules, rojos y blancos, con ello estoy cubriendo las marcas en mi cuello.

Luego de colocarme los anillos, bajé para irme sin siquiera desayunar.

Cristian me llevó directo al Liceo, sin desviarse, lo que me hace suponer que no cederá si es que le pido que me lleve a otro lado después de esto.

Antes de bajar, me retiré las argollas y las guardé en mi bolsillo, como de costumbre.

—¿Quiere que la espere en el estacionamiento? —preguntó el chofer.

—... No sé cuánto vaya a tardar esto. Mejor vuelve en dos horas.

—De acuerdo. Por favor, no se vaya a ningún otro lado. Evite más problemas con el señor Alexey.

—Está bien —Bajé del vehículo.

Hoy es sábado, por lo que no hay casi nadie en los pasillos del instituto, eso me hace suponer que lo que el Consejo quiere tratar conmigo es importante, de lo contrario, habrían esperado a un día laboral.

Me detuve a mitad del corredor. Tal vez se trate de la Prueba de Nivel.

Seguí avanzando hasta las oficinas de rectoría, donde una secretaria indicó que ya me estaban esperando.

Además del representante estudiantil, el subdirector, la coordinadora administrativa y la directora del departamento de Educación, también se encontraba el rector del Liceo, desde luego.

—Buen día —me saludó el decano—. Tome asiento, por favor.

La mesa es de cristal, con seis sillas de cada lado, además de las respectivas en los costados. Por supuesto, el rector se situó a la cabeza y el resto de los presentes se enfilaron frente a mí.

[3] CCC_Eros | TERMINADA | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora