Capítulo 48

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Una histerectomía consiste en un procedimiento para extraer el útero. Los motivos para realizarla pueden ser varios: fibromas uterinos, endometriosis, cáncer, sangrado inusual, por mencionar algunos.

Hay tres métodos: abdominal, vaginal y laparoscópica o cirugía robótica. Después de realizarse, no habrá períodos menstruales, así como posibilidades de engendrar, ni una sola.

—Es importante que hables con tus padres, para que te expliquen los motivos por los que te realizaron la intervención —indicó el hombre. Me levanté y tomé mis cosas. Yo no necesito los resultados para nada, por lo que no hice ademán de recogerlos. El hombre también se puso de pie—. Te voy a dar una tercera cita... y así platicamos sobre esto —propuso preocupado. Asentí, le di la tarjeta para realizar el pago y me retiré del consultorio luego de recibirla de vuelta, al igual que la orden de la cita.

Justo al salir de la plaza, mi teléfono sonó. Admito que el susto me hizo saltar el corazón.

En la pantalla vi el nombre de Mijaíl. Dudé en contestarle, pero pensé en que él sabía que hoy iba a estar aquí y aseguré mantenerlo informado.

Acepté la llamada y me coloqué el móvil en posición.

¿Qué pasó? —preguntó sin siquiera darme tiempo de responder.

—... —eché un vistazo alrededor de la calle. Hay muchas personas—. ¿Te parece si te veo en el café de Nicolás y te cuento?

... Está bien.

Cristian me llevó a la cafetería y tuve suficiente tiempo de beber un té mientras esperaba a Mijaíl en una de las mesas más escondidas. Niko me preguntó un par de veces por qué me encontraba en silencio, algo que acostumbro, no obstante, dijo que hoy me veía de peor humor que en otras ocasiones; no le respondí y no me insistió, pues estoy segura de que advirtió que mis ánimos no eran buenos para nada.

El chico llegó, me buscó y de inmediato tomó asiento frente a mí, mirándome.

—No estoy embarazada —expuse—. Si es eso lo que te preocupa.

Tuve tiempo de pensar en que quizá era eso lo que le intranquilizaba, porque no había garantía de que, en el caso contrario, él no estuviera sumamente involucrado.

Entiendo que, si hubiese estado embarazada y dicho crío fuera de Mijaíl, había un grave problema al que nos íbamos a enfrentar; estoy casada con Alexey.

No dijo ni expresó nada por unos momentos, ni siquiera me miraba, algo que comenzó a disgustarme, no sé muy bien por qué.

Debo admitir que su silencio me molestó, es decir, me resultó fastidioso que me inquietara no saber lo que está pasando por su cabeza. Hasta hace unas horas en realidad no me interesaba, en cambio, justo ahora provocó que me sudaran las manos y tuviera un malestar en el estómago.

Miré al piso entre mis rodillas.

—No hubiera sido el fin del mundo —dijo por fin y fijé la vista en él.

—¿De qué hablas?

—Tener un hijo, no habría sido un error. Está bien, no es el momento, pero...

—Mijaíl —interrumpí—. Yo nunca tuve dudas de estar embarazada, además, estoy segura de que no se te ha olvidado que estoy casada.

—Te aseguro que no se me olvida —respondió con seriedad y voz fuerte—. Lo tengo presente todos los días.

—... Perdón —mascullé y agaché la cabeza.

—No... —cerró los ojos por un momento—. Escucha —tomó mi mano—, pensé mucho en esto y no te habría dejado sola. Haría lo que fuera por separarte de Alexey, porque te amo y movería el mundo por ti.

[3] CCC_Eros | TERMINADA | ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora