"𝖯𝗈𝗋𝗊𝗎𝖾 𝗇𝗈 𝗌𝗈𝗒 𝗌𝗎𝖿𝗂𝖼𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖾𝗅𝗅𝖺, 𝗃𝗈𝖽𝖾𝗋, 𝖾𝗌𝗍𝖺 𝗍𝗈𝗍𝖺𝗅𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾 𝖿𝗎𝖾𝗋𝖺 𝖽𝖾 𝗆𝗂 𝖺𝗅𝖼𝖺𝗇𝖼𝖾"
-𝖩𝖩 Maybank.
Kat Routledge y JJ Maybank siempre habían tenido un vínculo especial. La chica siempre ha...
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chapter one pogues for life
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Narra Kat:
Ahí estaba.
Con dieciséis años, en el funeral de la persona que se suponía que pasara lo que pasara iba a estar conmigo siempre.
Ya ni siquiera lloraba. No tenía fuerzas para hacerlo. Solo me dedicaba a mirar sin expresión alguna en mi cara nuestro árbol favorito, ahora con un corazón tallado en la madera en el que ponía su nombre, año de nacimiento y año de fallecimiento.
John B Routledge. 2003/2020.
P4L.
Tenía una cerveza en la mano, para beberla antes de enterrar todas sus cosas, como pulseras, una bandana, etc, que pusimos en una caja, la cual sostenía Kie.
—Por John B—dijo JJ, alzando su petanca.
—Y por Sarah—se giró hacia el rubio la morena, con lágrimas en los ojos.
Notaba como Pope, a mi lado, también pestañeaba para aguantar las lágrimas.
Y después de beber un largo trago los tres, Kie se agachó para meter la caja en el agujero que habíamos hecho en la tierra, para después volverlo a tapar entre todos.
Cuando terminamos, fui la primera en levantarme para encerrarme de nuevo en el Château.
—Kat—me llamó la atención Kie.
Yo cerré los ojos, suspirando y parándome en seco.
Solo quiero encerrarme en mi habitación y llorar por horas en paz.
Me giré para mirarla fríamente. Ella me miraba con semblante triste y lágrimas en sus ojos.
—No te alejes de nosotros—me pidió, ofreciéndome la mano.
Y no pude más. Llevaba semanas aguantándolo. Evitando llorar por el día para que ellos no me vieran mal y llorando absolutamente toda la noche. Prácticamente ni dormía. Y no me miraba nada al espejo últimamente, pero estaba segura de que me veía fatal.
Me aproximé unos pasos, aceptando la mano de Kie y acercándome más a ella, abrazándola.
Ella me correspondió el abrazo enseguida. Y cuando lo hizo, me desmoroné. Comencé a sollozar en su hombro, con lágrimas cayendo de mis mejillas sin parar.
—Lo echo tanto de menos—sollocé—Quiero que vuelva, Kie...
—Lo sé, lo sé...
Me alejé un poco, mirándola con los ojos llenos de lágrimas.
