"𝖯𝗈𝗋𝗊𝗎𝖾 𝗇𝗈 𝗌𝗈𝗒 𝗌𝗎𝖿𝗂𝖼𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖾𝗅𝗅𝖺, 𝗃𝗈𝖽𝖾𝗋, 𝖾𝗌𝗍𝖺 𝗍𝗈𝗍𝖺𝗅𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾 𝖿𝗎𝖾𝗋𝖺 𝖽𝖾 𝗆𝗂 𝖺𝗅𝖼𝖺𝗇𝖼𝖾"
-𝖩𝖩 Maybank.
Kat Routledge y JJ Maybank siempre habían tenido un vínculo especial. La chica siempre ha...
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chapter seventeen the flight track
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Narra Kat:
Me desperté por la luz del sol en mi ventana. JJ y yo estábamos en la misma posición que ayer por la noche, él entre mis brazos, apoyado en mi pecho.
Él seguía dormido. Parecía un ángel cuando lo hacía. De verdad, a veces pensaba en que JJ era el chico más guapo y atractivo que había visto en mi vida.
Le empecé a acariciar el pelo, que era mi hobby, con cuidado de no despertarle. Pero mis intentos fueron en vano, pues este se empezó a mover a los pocos minutos.
—Mhhm...—se removió un poco más, esta vez subiendo su cabeza para mirarme—Buenos días, princesa.
Sonreí hacia el apodo y le seguí acariciando el pelo, a lo que volvió a gemir levemente.
—Dios, sigue haciendo eso, por favor.
Solté una carcajada y me mordí el labio.
—Buenos días, rubio.
Él se me quedó mirando, como cuestionándose a si mismo si decirme algo o no.
—Oye, Kat...
—Dime.
—Estamos bien, ¿No?
Me quedé pensando en que responderle.
—¿Tu quieres que estemos bien?
—¿De verdad me lo estás preguntando? Pues claro que sí. No hay cosa que quiera más en el mundo que estar bien contigo. Pero no sé si tu quieres después de lo de ayer.
Me quedé en silencio.
Entonces, él se recostó, apartándose de mí y apoyando su espalda en la pared. Yo hice lo mismo.
—Escucha Kat...—apartó la mirada—Nada de lo que dije iba enserio. Solo lo dije porque fue lo que me salió en el momento. Ni siquiera estaba pensando en lo que decía—suspiró—Estaba enfadado y a la vez me sentía mal por lo que me dijeron ellos y... Lo pagué contigo. Mierda, lo siento tanto, Kat, de verdad.
—JJ, no...
—Y no te atrevas a decirme que no pasa nada, porque sí que pasa—apretó la mandíbula—Joder, es que eres la chica de mis sueños, Kat. Llevo literalmente toda mi vida fantaseando con estar contigo. Eres la única persona que es capaz de convencerme de algo fácilmente, la única que puede cambiar mi estado de ánimo con tan solo una sonrisa, la única persona con la que me he sentido así de feliz y completo en mi vida, y espero que siempre seas la única. Mierda, princesa, estoy enamorado de ti—suspiró—Lo llevo estando desde que te vi por primera vez en esa clase de tercero sentada al final del aula con John B.
