"𝖯𝗈𝗋𝗊𝗎𝖾 𝗇𝗈 𝗌𝗈𝗒 𝗌𝗎𝖿𝗂𝖼𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖾𝗅𝗅𝖺, 𝗃𝗈𝖽𝖾𝗋, 𝖾𝗌𝗍𝖺 𝗍𝗈𝗍𝖺𝗅𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾 𝖿𝗎𝖾𝗋𝖺 𝖽𝖾 𝗆𝗂 𝖺𝗅𝖼𝖺𝗇𝖼𝖾"
-𝖩𝖩 Maybank.
Kat Routledge y JJ Maybank siempre habían tenido un vínculo especial. La chica siempre ha...
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chapter ten the outdoor cinema
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Cuándo me desperté, ya era completamente de día. Ahora yo estaba apoyada en el pecho de JJ, acurrucada.
Abrí los ojos y le vi completamente dormido.
Joder, era guapo hasta durmiendo.
Levanté la vista y me di cuenta de que ni Kie, ni Pope, ni John B estaban ya. Kie se habría ido a trabajar, supongo, y probablemente Pope también. John B si que no sabía que podría estar haciendo, la verdad.
Porque si, John B trabajaba. Pero la verdad es que no era que hiciera mucho en el barco de los Cameron, en realidad, hasta él lo admite.
Y justo entonces oí sus pasos. Sabía perfectamente que eran suyos. Yo intenté hacer la dormida otra vez pero mi hermano ya me había visto.
—Hombre, Kat, ¿Habrás dormido bien, no?
Me ruboricé y como pude salí de la hamaca. JB me miró con una sonrisilla.
—Oh, cállate.
—¿Pero si o no? Quiero respuestas.
—Seguro que mucho mejor que tú.
Él me miró ofendido y se volvió a dentro del Château.
De repente, JJ gruñó adormilado y se giró en un intento de abrazar algo, probablemente a mi. Pero yo ya no estaba en la hamaca.
Abrió los ojos y frunció el ceño, mirando a su alrededor, buscándome con la mirada.
Yo le miraba con una sonrisa tonta desde un árbol al lado de la hamaca. Y cuándo JJ se levantó, sonrió de la misma forma al verme.
Hasta se le iluminó la mirada.
—Oh, e-eh, Kat... H-hola
—Buenos días—sonreí.
—Hoy íbamos a lo de las coordenadas, ¿No?
—Sí, sí... Ahora si te vistes nos vamos a recoger a Kie y a Pope.
JJ se me quedó mirando.
—¿Has dormido bien?—se acercó.
—De maravilla.
—A mi no me importaría dormir así siempre—sonrió.
Me empecé a sonrojar a medida que se iba acercando.
—¿Es eso un coqueteo, JJ Maybank?—le dije como si tuviera todo bajo control. Cuando en realidad por dentro estaba hiperventilando.
Él elevó las cejas sorprendido por esa pregunta. Normalmente no era yo la que decía esas cosas. Yo me dedicaba a sonrojarme y a sonreír mordiéndome el labio.
