003 | KitKat

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chapter threeKitKat

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chapter three
KitKat



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—No hemos visto nada, no sabemos nada. Tenemos que mostrar una amnesia total—dijo Pope entrando al porche del Château.

Yo me encontraba sentada de lado en el sofá del porche, jugando con uno de mis anillos, con mis piernas en el regazo de las de Kie. JJ se encontraba jugando con un mechero y mi hermano con una botella verde. Pope acababa de llegar de comer de su casa, mientras que los demás habíamos comido aquí.

—La verdad, es que tienes razón, para variar—le dijo JJ al moreno—¿Ves? A veces te apoyo. Tu a mi no, no, no y no—dijo señalándonos uno por uno.

—No te apoyamos porque tus ideas son siempre nefastas, JJ—le dije yo, haciendo que mis tres amigos pusieran una cara de que estaban totalmente de acuerdo conmigo. JJ me puso mala cara achinando los ojos, a lo que yo le saqué la lengua infantilmente.

—No podemos quedarnos el dinero—soltó Kie.

—No todos nos podemos permitir datos ilimitados, Kiara—le dijo JJ.

—Tenemos que dárselo a Lana Grubbs, si no, será malo para nuestro karma—se defendió ella.

—Estoy de acuerdo—dije yo a lo que ella sonrió con superioridad—Es decir, ya no solo porque será malo para nuestro karma, si no porque, en teoría, el dinero es suyo ¿No? Hay que tener un poco de humanidad y devolvérselo.

Noté como JJ esbozaba una sonrisilla mirándome, aunque enseguida la borró al darse cuenta de que estaba haciéndolo.

—Vale, y quitando el tema del dinero, se os olvida que estamos implicados en un delito grave. Hay que olvidarlo—dijo Pope.

—Si eso implica quedarnos con el dinero, estoy de acuerdo—contestó JJ.

JJ, que no, que ya tenemos suficiente con tener la pistolita.

—Yo no lo estoy.

Ese es mi hermano.

—¿Que?¿Porque?—preguntó el rubio.

Porque esta vez de ha unido al bando de personas con mas de una neurona dañada. Aunque no las tenga.

Kat, concentración, estamos hablando de algo importante.

—Tu, piénsalo, estamos hablando de Scooter Grubbs, ¿Vale? El mismo que compraba cigarros sueltos en el puerto. Joder, una vez le vi pidiendo cambio en el parking del super porque necesitaba gasolina. Era una rata de puerto que nunca llevaba mas de cuarenta pavos encima, ¿Y ahora tenía un Grady-white? No sé.

Joder, es verdad. Se me había olvidado el pequeño detalle de que él era quien tenía el puñetero barco. Y era imposible que lo hubiera conseguido sin algún negocio ilegal. Vamos, yo le conocía muy bien. No se ganó el Grady-white por ir a trabajar.

𝐎𝐔𝐓 𝐎𝐅 𝐌𝐘 𝐋𝐄𝐀𝐆𝐔𝐄  ( jj maybank )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora