Capítulo 9: Caóticamente Van Klein.

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Su mano estaba entrelazada con la mía, tenía los ojos cerrados, y estoy prácticamente segura de que ella también. Su celular sonó, y entonces nos levantamos a ver el resultado del test.

Al ser el primero nos esperábamos un negativo, pero para nuestra sorpresa, había dos líneas en el test, ¡íbamos a ser madres de nuevo! ¡Estoy embarazada!

Con Miranda nos abrazamos fuertemente, hasta el punto de llegar a las lágrimas, y reír al mismo tiempo, todo un show que visualizamos solo nosotras. Finalmente una vez que se nos bajó un poquito la emoción llamamos a John que viniera a cenar a casa, para hablar con él y con los niños.

Lo cierto es que desde que se casó con Ivana está algo raro, es como si en cierto punto nos evitase un poco, aunque es un tanto imposible cuando tenemos dos, bueno, tres hijos juntos. Él dice que estoy equivocada, pero creo que Ivana lo manipula para que él esté en nuestra contra.

En fin, ordenamos pizza y John vino a cenar, los niños habían estado en su casa.

-¿Y bien? ¿Por qué me citaron?

-Hicimos el test hace una hora.

-Cierto, ¿y qué sucede?

-Es positivo.

-¡¿Positivo?! ¿A la primera?

-¡Así es! ¿Curioso no?

-Es algo genial, tenemos mucha suerte. Así que, ¡felicitaciones chicas!

-¡Y felicitaciones para ti también John!

-¿Está todo en orden con el embarazo verdad?

-Todavía no lo sé, mañana tengo que pedir cita con el obstetra para corroborar que todo esté yendo en orden.

-¿Pero puedo contarle a Ivana?

-Claro, siempre y cuando cumpla con el silencio. Nosotras somos quienes deben difundir la noticia.

-Bien. ¿Y qué haremos con los niños?

-Todavía son muy pequeños para entender lo que pasa, cuando mi vientre se comience a abultar les contaremos.

-Bien.

Finalmente llegó el jueves, hoy tengo cita con el doctor Thompson para corroborar que realmente estoy embarazada y que todo está en orden. Miranda cambió sus horas con Madison para poder acompañarme al control. Y ahora mismo nos encontramos entrando al consultorio.

-Bien chicas, quiero decirles que esto no es muy común, podría ser algo malo o un milagro.

-Me está asustando un poco para ser realista.

-No hace falta que tengas miedo. Recuéstate, levántate la blusa y veremos qué pasa.

Lo hice rápidamente, en cierto punto quería hacerlo, quería sacarme la duda y a la vez, el temor de que fuera algo malo me hacía no querer recostarme en la camilla.

Cerré los ojos al sentir el gel frío desparramarse por mi vientre, Miranda tomaba mi mano. Luego, sin decirnos nada sobre lo que vio, el doctor me pidió que me quitara el pantalón, y que abriera las piernas. Me estaba haciendo otra ecografía trasvaginal. Y recién allí habló.

-Felicidades chicas, ¡hay un bebé en camino! De aquí a cuatro semanas quiero verlas de nuevo.

Abrí los ojos, miré a Miranda sonriendo, ella estaba igual de feliz que yo y a su vez, yo también tenía un poco de ganas de llorar.

-Gracias doctor, nos vemos.

Esas fueron las únicas palabras que salieron de mi boca, antes de romper a llorar de felicidad en medio del pasillo del hospital, mientras abrazaba a Miranda.

Más Que Por Los Siglos De Los Siglos. (Más Que Compañeras 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora