Más Que Por Los Siglos De Los Siglos. (Más Que Compañeras 3)

Capítulo 34: un nuevo ciclo.

Mañana comienzan las clases, un día muy especial para Charlotte y para mí ya que nuestros pequeños comienzan sus clases en el Spencer Elemenary School. El nivel anterior al Spencer High. Lo que quiere decir que en cinco años estarán en aquellos asientos y nosotras en frente de ellos dictándoles clases.

La verdad es algo que nos tiene muy emotivas a ambas, no podemos creer que ya hayan pasado seis años desde que están con nosotras, y que en febrero celebremos nuestro aniversario número diez.

Para despedir las vacaciones nos reunimos en Santa Mónica, en una tarde de playa. Ya que casi no nos hemos visto. Nosotras hemos estado en Florida, Marilyn y Miranda estuvieron en Georgia y en Greenfield mientras que Madison y Carla estuvieron en Los Ángeles, con alguna escapadita aquí o a Lake Isabella, ya que Carla se negaba a subirse a un avión con el pequeño.

Además, y algo que me generaba mucha emoción es el hecho de que Sam está desde hace unos días aquí, con su nueva pareja. Y nos invitó a reunirnos todo el antiguo grupo con los niños, es decir, nosotras, Mad con Carla, Marilyn con Miranda y John, además de los niños, por supuesto. Y a último momento se sumaron Zach y Olivia.

Sam ahora está comprometida con una portuguesa llamada Jennifer, se conocieron hace cuatro años, cuando Sam volvió a Nueva York. Ella es una morena muy linda y amigable.

Zach y Olivia cuidaban de los niños con ayuda de Gino, todos en la costa, armando castillitos y entrando al mar en los hombros de Zach. Mientras tanto, platicábamos bajo las sombrillas mientras Giovanni dormía plácidamente con un pantaloncillo corto y un sombrerito bajo la sombrilla. El problema será cuando se despierte, ya que querrá estar investigando el lugar.

-Así que las cosas han cambiado mucho. Los niños, conozco solo a la mitad y a los que llegué a conocer, han crecido muchísimo.

-Estamos envejeciendo Sam, todos. Quién creería que mañana Alejo y Keyla entran al Spencer Elementary. -Dijo Charl.

-Por dios, aún recuerdo cuando aparecieron por primera vez con Keyla y a las semanas con Alejo.

-¿Y qué tal la escuela en la que trabajas ahora?

-No es como el Spencer, pero es buena, la mayoría de mis compañeros tienen más de cuarenta y ocho años, así que me relaciono más con el profesor de artes y la de música que tienen veintiséis y veinticuatro. Los únicos con mentalidad abierta de la institución.

-¿Y yo? -Interrumpió Jennifer.

-Y ella. Es la bibliotecaria. -Madison volteó a ver a Carla y sonrieron.

-¿Y ustedes qué tal? es poco lo que me han contado. ¿Cuántos nuevos hay?

-Bueno está mi prima dando sociología. Hay un imbécil en física, otro imbécil que da filosofía en octavo, noveno y décimo.

-¿Dejaste esos cursos? -Me preguntó Sam.

-Sofía me pidió que los dejase para incluir a un colega suyo en la institución.

-A lo mejor se está acostando con él.

-¡Madison! -Exclamó Carla.

-¿Es en serio? -Miranda se reía.

-Solo digo, no lo sé. Pero el abuelo dice que de joven se acostaba con cualquiera. Así que no me sorprendería. No debería haber hablado de eso, pero bueno. ¿En dónde se están hospedando?

-Estábamos en tu hotel, pero nos vamos en dos horas al aeropuerto. Mañana tenemos que trabajar como ustedes.

-¿Su hotel? -Cuestionó Jennifer.

-De mi madre. Mi familia materna es dueña de la cadena hotelera Paz Palace, aunque la mayoría están en Argentina. -Respondió Mad.

-¿Cuántos hoteles son en total? Aún recuerdo el viaje que hicieron antes de que naciera Max. Cuando se fueron las dos solas a recorrer el país hospedándose en esos hoteles. -Cuestioné.