El martes a la noche vinieron mis suegros a casa, y organizamos una cena para el sábado, solo nosotros en un restaurant.
Eso fue anoche, todos pedimos platos convencionales, excepto Carla que se tentó por el sushi.
Por eso mismo me desperté a las siete de la mañana, cuando la oí vomitar. Desde ese entonces no para de hacerlo, y yo, mientras le corro el cabello del rostro le repito una y otra vez que le dije que no debería haber pedido sushi, si habíamos oído comentarios de que el sushi de ahí era malo.
Habíamos oído que era malo, no que se iba a intoxicar.
-Maddie, ¿cómo te va, vida? ¿Vienen hoy a almorzar?
-Hola abuela, por eso te llamaba. No iremos hoy, anoche salimos con mis suegros, y Carla se intoxicó con sushi, está vomitando hace rato.
-Oh querida, no pasa nada. Esperemos que se mejore pronto. Nos vemos pronto.
-Adiós abuela.
Corté la llamada, y un grito me hizo volver al baño. Son casi las diez, y desde las siete no sale de allí.
-¿Qué necesitas ahora?
-Tráeme una cobija, tengo frío.
-Amor, estás pálida y tiritas. ¿No crees que deberíamos ir al médico?
-No, aún no, ya me tomé una pastilla, luego ve a comprarme Gatorade o algo parecido, por favor.
-Bien.
-¿No desayunaremos o qué? –Gino gritó al entrar a la habitación. -¿Dónde se metieron?
-Estamos en el baño, ven.
-¿Qué pasó?
-El sushi. –Alcanzó a decir antes de volver a abrazar el inodoro.
-Hazte algo para desayunar y luego ve por favor a la tiendita de la otra cuadra y compra un Gatorade o cualquier bebida deportiva que consigas, por favor.
-Bien, ¿le hago algo a Maxine?
-No, le di de desayunar hace un rato, tú dormías.
Sabía que Maxine estaba jugando en su habitación, y que se quedaría ahí un buen rato, hasta que se aburriese, o tuviera ganas de ir al baño, y entonces yo tendría que ir con ella y tomarle la mano en lo que terminaba de hacer en su inodoro de entrenamiento.
Carla tomaba agua para no deshidratarse, y en eso escucho que Max nos llamaba, antes de entrar al baño.
-¿Qué pasa?
-Hola mi amor. Mami está enferma, le duele su barriga y tiene vómitos. –En eso ella vuelve a vomitar.
-Guacala, qué cochina. –Yo comencé a reír, y Carla también, por lo que medio se ahogó.
-Tú también vomitas cuando estás enferma.
-Déjame que ya vengo.
Ella corrió hasta su habitación, tomó su equipo de doctora de juguete y comenzó a inspeccionarla, su mami se dejó. Era muy gracioso.
-Tengo un diagnóstico. –Dijo después de un buen rato haciéndole de todo.
-¿Qué tiene?
-Se va a morir.
-¡Max! –Carla la regañó.
-Déjenme terminar, si no toma una medicina se va a morir, sino no. –En eso entra Gino con un vaso con un líquido rojo, la bebida que le pedí que comprase. –Aquí trae el jarabe, lo tomas y en un rato vas a estar bien, si es que no te mueres.
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Más Que Por Los Siglos De Los Siglos. (Más Que Compañeras 3)
RomanceTal vez no lo recuerdes, pero en una noche medio ebrias prometimos que estaríamos juntas por los siglos de los siglos. Creo que esto es el ejemplo de que estaremos juntas, más que por los siglos de los siglos. ______________________________________...