Capítulo 24: Me preocupas, Madison.

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Cada vez falta menos para el regreso de Marilyn, por lo que dentro de poco Madison tendrá menor carga horaria. Algo que deseo rotundamente ya que quiero pasar más tiempo en casa con ella, ya que en poco menos de dos meses mi embarazo llegará a su fin. En parte quiero disfrutarlo lo máximo posible, aunque también estoy muy ansiosa por el nacimiento de nuestro pequeño inquieto. Sin contar que las patadas son cada vez más fuertes, y duelen.

Hace un mes pudimos ver su rostro por primera vez, y si bien tiene un poco de Ben, es muy parecido a mi hermano Enzo. O bueno, eso mostró la ecografía.

Hoy tenía otra ecografía, además de mi chequeo quincenal y Madison me acompañó. Hace unos días se desató un debate entre nosotras, ya que según ella mi barriga bajó un poco, cosa imposible, pero bueno, ella está convencida de eso.

Al principio, mientras la doctora Montgomery realizaba la ecografía todo se veía bien, Mad estaba súper contenta y me tomaba de la mano. Todo esto, hasta que Eugenia habló.

-Bien Carla, te doy una semana para que te despidas de tus alumnos. Tendrás que hacer reposo absoluto diría, aunque bueno, no tiene que ser totalmente absoluto porque las consecuencias serían malas, pero hay dos problemas y la única manera de que no nazca prematuro es que pases el mayor tiempo posible reposando y tranquila.

-¿Problemas? –Madison se notaba confundida.

-El bebé es un poco más pequeño de lo que debería, y tu útero está comenzando a bajar, algo que se suele ver a partir de la semana treinta y siete, cuando el cuerpo se prepara para el parto. De todos modos quédate tranquila, te daré unos medicamentos para regularizar el crecimiento, en siete semanas el parto será viable.

-Está bien.

-Sé que no es lo que querían escuchar, pero no es tan grave como suena si siguen esas indicaciones.

Salimos del consultorio con la lista de los medicamentos, eran solo dos vitaminas y no sé qué más. Durante el camino estuvimos en silencio. La noticia había sido difícil de digerir, para mí sobre todo, y Madison sabía eso, por lo que decidió guardar silencio.

-Mañana voy a hablar con tu tía temprano, antes de entrar a sexto, me despediré de ellos, me despediré de onceavo y pasado mañana de séptimo y doceavo. Y a la tarde hablaré con Giulietta así le doy mis cronogramas y le explico lo de las tutorías para los que tienen la materia baja.

-Está bien, solo tienes que estar tranquila, aprovecha para dormir porque diciembre está a la vuelta de la esquina y pasa rápido, y luego, cuando llegue Gio y no podamos dormir vas a haber deseado tomarte estos días para dormir. No es nada grave, ¿recuerdas?

-Sí Mad, también escuché lo que dijo Eugenia. Además, ya me estaba comenzando a doler la espalda, así que me vendrá bien.

-¿Ves? Te dije que no es malo. Solo necesito que estés tranquila, entonces todo pasará más rápido.

-¿Y tú me contarás todo lo que suceda en la escuela y mandarás a Franco a comprarme antojitos?

-Claro que sí. Lo prometo.

Al llegar a casa ella se fue a la casa de mis suegros por Maxine, y como tardó un poco me imagino que se quedó platicando.

A la mañana siguiente fuimos más temprano a la escuela así podía ir a dirección a hablar con Sofía en lo que Mad llevaba a Max al kínder.

-¿Pasó algo que vienes a hablar?

-Sí, ayer tuve un chequeo con la doctora y me ordenó reposo, porque hay ciertas complicaciones, así que mañana pediré licencia.

Más Que Por Los Siglos De Los Siglos. (Más Que Compañeras 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora