Capítulo 37: Aniversarios.

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Parece mentira que hace exactamente un año estaba rompiendo bolsa. Y hoy, un pequeñín de rulos rubios oscuros está durmiendo a mi lado, tomando mi dedo con una de sus manos, y el dedo de Madison con la otra. Hace un año pasaron tantas cosas y momentos oscuros. Pero hoy debemos festejar, festejar la vida.

Elegimos la temática circo para la fiesta. Será una pequeña, no somos muchos ya que él no la recordará. Pero queremos que sea algo especial.

Teníamos ganas de hacer la fiesta en la casaquinta, pero los juegos irían afuera, y no es muy conveniente. Por lo que rentamos un salón cerca de casa, uno que traía algunos juegos bien infantiles como el castillo inflable, los autitos a pedal que habíamos conseguido para el cumpleaños anterior de Maxine, pelotas inflables, y muchas cosas de esas para mantenerlos entretenidos. También había otra clase de juegos para los más grandes, como el ping pong, hockey de aire, o incluso videojuegos de esos antiguos. Así que el cómo entretener a los adolescentes ya estaba cubierto.

No está de más decir que incluso Madison, Franco, Félix y Miranda jugaron.

El salón estaba decorado como si se tratase de un circo, había muchas decoraciones así, además de esas imágenes a las que le faltan los rostros para que pongas el tuyo allí para las fotos. Con forma de domador de león, conductor de circo, el hombre musculoso, bailarina, león y creo que esos eran todos.

El pastel también era bello, tenía forma de carpa de circo y había pequeños personajes alrededor hechos de porcelana. En sí toda la comida era temática, muffins, galletas, cakepops, chocolates. La verdad que Sharon tenía razón, eligió la mejor pastelería para hacerlo.

Otra cosa encantadora era el trajecito de animador de circo que Mad le había colocado a Giovanni, con su capa roja, su galera y sus zapatitos de charol. Él se paseaba por todo el salón de la mano de Lua o Max, ya que la semana pasada comenzó a caminar solo.

Ese día fue sumamente especial para mí, estábamos los dos solos, Madison con Maxine habían salido al shopping. Él estaba agarrado del sillón y simplemente hizo algunos pasos hasta llegar a mis brazos. Y desde ese entonces no paró.

Pero volviendo a la fiesta, allí estaban todos nuestros seres queridos. Y la pasamos realmente bien.

-¿Duerme? –Le pregunté a Brianna por Atlas que se encontraba en su carriola.

-Por suerte. Hace tres noches que no dormimos. Te imaginas mis ganas de ir a trabajar así.

-¿Tiene gases o algo por el estilo?

-No, es solo que la niñera lo deja dormir toda la mañana, a la tarde también se toma una siesta y para cuando tiene que dormir no duerme, encima ahora comenzó con balbuceos y a moverse por la cama. La otra noche me desperté justo, estaba a punto de pasar por encima de Gary y se caería al piso.

-Qué peligro. Nosotras tenemos una situación similar.

-¿También busca escaparse de la cama?

-No, se despierta, se apoya en alguna, mayormente en mí y salta. –Ella río. –O busca levantarme el pijama cuando tiene hambre en la noche.

-Ese es el problema cuándo las primeras fueron tan buenas como Max y Francis ahora ellos parecen demonios.

-O será la edad. –Bromeé.

-Habla por ti, yo tengo treinta y dos recién. –Soltamos una risa.

La fiesta fue grata, pero terminamos agotadas, y Giovanni irritado. Todos necesitábamos una ducha de agua bien caliente y dormir sin despertador. Sin embargo, las palabras de Sharon quedaron muy marcadas en mi mente.

Más Que Por Los Siglos De Los Siglos. (Más Que Compañeras 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora