Epílogo.

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Dicen que las personas inteligentes son las más tristes, porque tiene la capacidad de entender las cosas más allá de lo simple, se obsesionan con saber cada vez más, y se dan cuenta que al final, no saben nada. Reflexión que describe perfectamente a mi madre, o por lo menos lo que fue alguna vez. Pero si me preguntan a mí, considero que las personas realmente inteligentes son aquellas que a pesar de entender una situación completamente, se quedan con la parte buena. En simples palabras, las que deciden dejar de lado lo malo, y quedarse solo con lo bueno. Como mi mamá ahora o como mi otra madre, ambas son inteligentes, han pasado por la oscuridad, la depresión, y hoy son súper felices ¿Está mal si les digo brillantes en vez de inteligentes?

Se habrán dado cuenta ya que mi mamá es mucho más que mi progenitora, es una madraza, de esas que dejan de depilarse las piernas porque su hija de once años se acompleja de sus vellos. Mi mamá, es mi inspiración, admiración, mi consejera, mi clon, la que me heredó su inteligencia, y de la que soy sombra, fui, soy y seré su sombra. Mi nombre es Maxine Dempsey Williams habitantes del mundo, y a mis quince años solo sé, que no sé nada.

Desde muy pequeña mi idea sobre mi futuro fue muy clara, heredé la inteligencia de Madison junto con su amor por las letras y la pasión por transmitir conocimientos. Me parece una tarea tan noble e importante la de enseñar. Pero también sé que la cima de la pirámide de mi vida laboral es sin dudas ir a la dirección, puesto que tanto mi madre como mi abuelo rechazaron. ¿Quién mejor que yo para retomar el puesto, si poseo todas las facultades? Y sí, arrogancia, egocentrismo y soberbia son adjetivos que me describen un poco. Así como lealtad, responsabilidad, solidaridad y algunos más.

Fuera de mis objetivos y todo eso, llevo la vida de una adolescente normal, que tiene dos madres, problemas y una mente enemiga. Como les he dicho ya, mi relación con mi mamá Madison es genial, es como tener una mejor amiga con la que hablo de todo, o bueno, casi todo. Pero a su vez, eso me trae problemas con mi otra madre. Es que con Madison combinamos tan bien, que tener otra madre, por más cruel que parezca, es innecesario. Sé perfectamente que omitiendo las mañanas de domingo que dedicamos junto con mamá Carla a la corrección de mis novelas, y sus enseñanzas en la cocina, no tenemos mucha compatibilidad y me cuesta un poco verbalizar mis asuntos con ella, además de que es un poco sobreprotectora y hasta sofocante en algunos casos. Y sí, lo sé, lo hace porque me quiere.

Pero como me han dicho siempre, soy total y completamente Williams, Madison y la abuela Alicia en una sola persona, y por eso, siento más cercanía a ellos.

Como cualquier adolescente estoy aventurándome en el mundo del amor y los enamoramientos. Considero que el universo podría haber sido un poco más considerado conmigo en ese sentido, les contaré por qué.

El año pasado ingresó una nueva profesora de inglés, una rubia hermosa de ojos verdes, súper cariñosa y joven, que se llama Kate. Y desde mi primera conversación con ella supe que la quería, la quiero y he tenido tantas fantasías con ella, por más que soy consciente de que nunca sucederá nada. ¿Por qué? Porque me trata como el resto, y porque mis madres son sus compañeras de trabajo. Y porque parece ser simplemente una mujer heterosexual que apoya a la comunidad. Un enamoramiento que tendré que guardar en secreto. Porque, ¿es mejor hablar o morir?

Aunque bueno, no es mi único amor. O por lo menos es el único que no me genera tantas confusiones.

Borja ha estado en mi vida desde que nací, hemos estado siempre en el mismo entorno, y no recuerdo un día en el que no hayamos sido amigos. No recuerdo un día en el que él no haya sido pieza fundamental en mi vida. Él es simplemente perfecto, es atento, tierno, comprensivo, cariñoso, detallista, gracioso, le entretienen las mismas cosas que a mí, y es hermoso, además de que huele bien. Pero allí está mi duda, ¿estoy enamorada de él o es simplemente una amistad tan antigua y fuerte que se asemeja a una hermandad? Además de que mamá y la tía Miranda siempre han dicho que terminaríamos juntos, creo que esa presión también influye.

Más Que Por Los Siglos De Los Siglos. (Más Que Compañeras 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora