Cuatro.

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Unos días más trascurrieron y las mañanas se habían vuelto una competencia

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Unos días más trascurrieron y las mañanas se habían vuelto una competencia. Tiko contra mí, aunque claramente el único gallo que tenían mis abuelos ni siquiera estaba enterado que participaba en este reto.

Puse un pie en la cocina cuando él cantó, me volvía más veloz con el pasar de los días y eso me hacía sentir orgullosa.

—¿Dónde está el abuelo? – curiosee sirviéndome la primera taza de café – ¿aún duerme?

—no cariño, Joan ya ni siquiera está en la casa – ella colocó el pan tostado en una canastita

Me le quede viendo, esperando a que me diera una explicación más extendida respecto al paradero de mi abuelo, pero parecía que eso no iba a ocurrir.

—entonces...

—ayer comento que tenía que ir al pueblo por un par de cosas y también necesitaba material para el taller. – Nona me coloco un par de platos sobre mi brazo y me hizo andar hacia el comedor –. Creo que Jesse le encargo un par de cosas, así que se fue muy temprano

—pensé que hablaba de ir cuando las cosas estuvieran abiertas, como mínimo

Ella soltó una risita, ahí estaba de nuevo su nieta citadina haciendo suposiciones estúpidas.

—algunas cosas suelen abrir muy temprano Adhy. Seguramente aprovechara la ida al pueblo para verse con sus amigos. – Nona colocaba vasos mientras yo hacía lo propio con los platos –. Está bien, que se distraiga un poco

—eso quiere decir que tendremos un desayuno de chicas, — le sonreí –. Eso me gusta

—un gran y apetecible desayuno de chicas

Mi abuela en definitiva no sabía la manera de hacer menos comida. Cuando mi abuelo estaba en casa era lógico, él era más alto y fuerte, por lo que solía comer más que nosotras dos, pero ella seguía haciendo comida para un batallón inexistente.

—le daré algo a Jesse para que se lleve a su casa, quizás Daryl también quiera, aunque lo dudo. – me dijo ella cuando recogíamos la mesa –. Hablando de Daryl, Joan me pidió de favor que tú abrieras el taller cuando llegara

Me quede paralizada en medio de la cocina con la jarra de jugo en las manos.

—¿hay algún problema? – Nona se giró a verme

—no, no... no, ninguno. ¿Por qué habría problema? – me gire para volver al comedor, para que no notara lo roja que me habia puesto

—no sé, Joan dice que intentan interactuar, pero Daryl es un poco callado – la escuche desde la cocina

—sí, bueno, tampoco es que quiera hacerme su mejor amiga – conteste llevando más comida, con un color más apropiado –. Solo es curiosidad, con Jesse no necesito preguntar nada

—Jesse suelta su historia de vida a quien le pregunte la hora – ella sonrió, como recordando algo –. El día que vino a pedir el empleo supe todo lo que tenía que saber e incluso más. Me conto como se conocieron sus padres y porque le pusieron Montana a su hermana menor

Ocean Eyes || Daryl Dixon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora