Veinticinco.

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Adhy.

Luego de aquella tarde en el porche, donde Daryl había correspondido mi "te quiero", supe exactamente lo que tenía que hacer

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Luego de aquella tarde en el porche, donde Daryl había correspondido mi "te quiero", supe exactamente lo que tenía que hacer.

Iba a mandar todo a la misma mierda.

¿A quién trataba de engañar?

Yo no era feliz con la vida que mi padre se había empeñado en diseñar para mí. No quería ser doctora, no me apetecía casarme con alguien solo por el beneficio que traería a ambas familias y estar atada a un sujeto que ni siquiera le importaba conocerme en realidad. Menos tener dos hijos perfectos, una casa en los suburbios y tomar el té con las otras esposas trofeo luego de una partida de tenis.

La vida que quería estaba en la granja, ocupándome de los animales y viviendo lejos de todo el ruido de la ciudad. Por lo que me puse a escribir el discurso que le daría a mi padre ahora que volviera a casa.

La única razón para volver era recoger mis cosas, tomar el dinero que había estado ahorrando de algunos trabajos que hice en veranos pasados y terminar con esta tontería de una buena vez.

—estas muy concentrada, parece muy importante – dijo Nona, poniéndome un vaso enorme de limonada

—sí, es lo que le diré a papá ahora que regresé a casa – le sonreí –. Se supone que vine aquí para saber que era lo que quería de mi futuro y ahora lo sé

—¿segura? – ella tomo asiento justo frente a mí –. No te estas dejando influenciar por cierta persona, ¿verdad?

—Daryl es solo una parte, pero no es la razón principal de querer hacer esto

—Adhy...

—lo sé, sé que no puedo volcar mi vida alrededor de un hombre y no lo haré – le di un trago al vaso, hacia mucho calor –. Voy a ir a la universidad, haré una carrera de veterinaria, pero no en Virginia, lo hare aquí en Atlanta

Nona sonrió, no sabía si de forma complaciente o de verdad me veía un futuro en algo así.

—bien, sí eso es lo que quieres cariño, nosotros te apoyaremos y sabes que esta granja será tuya cuando nosotros ya no estemos más – alcanzo mi otra mano –. Serás la mejor veterinaria de todo Georgia

—no hablemos de cuando ustedes ya no estén, mejor que me verán cuidar de los caballos y quizás hasta de otros animales – le di un ligero apretón en su mano –. Espero seguir teniendo el mismo valor para decir esto a mi padre

—James entenderá, tarde o temprano

—sí, bueno, cuando llegue el momento de decirle... papá es papá y sabes que él vive en un mundo donde sus reglas son las que se tienen que cumplir

Ocean Eyes || Daryl Dixon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora