Diciassette.

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-Isabelle, ¿te apetecería salir hoy noche? 

-¿Salir? ¿A dónde?

-Si, ya sabes, a un bar o a cenar, no sé, algo.

-En plan ¿cita?

-Ehhh, si, en plan cita.

Sonreí ante su reacción y pasé por su lado.

-Claro, dime a que hora y yo me preparo.

-Bien, yo te aviso.

Seguí mi camino, tenía que arreglar un par de cosas, hacer un par de llamadas y necesitaba que fuera a solas.

Marqué aquel número que estos días ha sido muy común y recurrente.

-Dire.
(Diga)

-Hai già quello che ho chiesto?
(¿Ya tienes lo que te pedí?)

-Sì, qualcosa del genere, ma la famiglia ha posto una condizione.
(Si, algo así, pero la familia ha impuesto una condición.)

-Condizione? Cosa vuoi?
(¿Condición? ¿Qué es lo que quieren?)

-Vogliono che tu venga, quindi ti diremo tutto quello che vuoi sapere.
(Quieren que vengas, entonces te diremos todo lo que quieres saber)

-Oh merda. Beh, finché tutto va come previsto va bene. Quando?
(Ah, mierda. Bien, mientras todo salga como lo planee está bien. ¿Cuándo?)

-Il prima possibile, funziona per tutti noi ed è meglio per noi se è presto.
(Lo más pronto posible, a todos nos sirve y nos va mejor que sea pronto.)

-Ok, ok, andrò in questi giorni.
(Bien, está bien, iré en estos días)

-Va bene, a presto allora, sorella.
(Muy bien, entonces nos vemos pronto, hermana)

-Arrivederci...
(Hasta luego...)

Ahora tendré que inventarme algo para irme, o simplemente me piro sin decirle a nadie, cualquier cosa me sirve.

Caminé a garage central, me ha dado por aparcar mi coche ahí otra vez, no sé porque si me da todo el palo ir, quizá, porque ahí lo ví por primera vez.

No ha pasado mucho tiempo pero Gustabo y yo hemos mejorado nuestra relación, patrullamos juntos más seguido, nuestras pláticas son muy agradables y, para que mentir, nos gusta mucho estar juntos.

Se nota que el gusto es mutuo y es... bueno, raro, raro pero lindo, porque creo que nunca pasé por esta etapa.

Ahora ya no se arma tanto disturbio aquí, digo, ya no tan seguido, ahora los polis atendemos más seguido éstas situaciones.

Subí a mi coche, Dios el calor que hace aquí, bajé las ventanas y prendí el aire acondicionado, creo que tendré que llamar a Viktor, decirle que tendré que salir unos días de la ciudad. Después de todo él también es mi superior.

En cuanto a Tom, bueno, no he hablado mucho con él, sé que está preocupado porque le conté un poco de lo mucho que ha pasado, le conté de la muerte de Ivanov e insistió en venir a Los Santos pero se lo negué, sí quisiera verlo, pero no tengo tiempo y no quiero que esté aquí en estos tiempos que no se sabe si van a secuestrar a alguien más, o van a hacer manifestaciones o a quién tienen planeado matar. No, no dejaré que venga.

Promesa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora