La puerta de mi oficina se abrió con brusquedad, levanté la mirada que hace quien sabe cuántos minutos llevaba por debajo del escritorio.
-Es un sinvergüenza, сукин сын, te juro que de no ser mi jefe ya estaría en el hospital.
-¿Qué fue lo que pasó?- Se sentó en una de las sillas sobrantes.
-Me dijo que no era posible que no le hiciera caso por ir a patrullar, que debía obedecerlo aunque no me gustara, en resumen; que no le importa lo que haya pasado, que tenía que seguir siendole fiel sin rechistar.
-Vaya, que eres su perro pase lo que pase.- Procesó mis palabras y luego asintió frustrado.
-Sí, básicamente eso. No sabes las ganas que tengo de–de aghh.- Se quedó frustrado con las manos en la cara, yo, por otro lado suspiré y me acerque a él para abrazarlo, siendo correspondida por él.
-Necesito informes, saber absolutamente todo lo que ha pasado como si yo hubiese estado aquí desde un principio, así puedo seguir la investigación con ustedes.
-De acuerdo.
El resto de la tarde y durante los próximos días nos dedicamos a repasar todos y cada uno de los informes desde que me fui, día y noche sin parar, no podía permitirme perder más tiempo.
...
Una semana y media había pasado encerrada en mi oficina revisando los informes, el tipo que se hace llamar "El Calavera" tiene todo bastante bien cubierto, aún así, no creo que sea imposible descubrir su identidad.
Volkov se pasaba de vez en vez para ver cómo estaba y también para decirme cualquier información.
Ahora que estoy al tanto de todo el caso y que me puse al corriente de estos tres meses puedo salir a patrullar e investigar.
Así que a eso voy, de camino a comisaría por enecima vez, en mi motocicleta.
Entré y pasé la tarjeta de asistencia y luego a los vestuarios para guardar mis prendas extras.Al abrir la puerta me quedé mirando la discusión que tenían los agentes ahí dentro, que quién iba a pinchar a quien.
-¿Qué es esto? ¿Un puto gallinero? Váyanse a pelear a casa de su puta madre.- Hablé al ver que no paraban.
-Pero bueno, sonó como Conway pero en mujer.- Habló un crestas sospechosamente conocido.
-¿Si?- Pregunté y el tipo asintió con efusividad -Pues así como Conway les voy a partir la cara con la porra.- Caminé hasta mi casillero y dejé la ropa. -Dejen de hacer el imbécil.
Salí sin prestar más atención a los agentes, después de tomar las armas fui directo a mi oficina, debía entregar el último informe sobre la situación en Los Ángeles y con todo, apenas pude terminarlo.
Fui directo al despacho del superintendente y toqué un par de veces, entré al escucharlo hablar.
Carraspeé antes de hablar -Vengo a entregarle el informe de mi estadía en Los Ángeles- Caminé hacía el escritorio y dejé los papeles sobre el mismo. Él las tomó y las hojeó brevemente.
-Bien, ¿Algo más?
-Solo que ya estoy al corriente sobre los acontecimientos del tiempo que no estuve, voy a unirme a la investigacion.- Me miró unos segundos y negó lentamente.
-No puedes, es obvio que lo harás personal y eso va en contra de nuestra moral.
Solté una risilla irónica -Por favor, todos aquí lo tomamos personal, sobre todo tú, que fue por tí que murieron, no me hables de una moral que tú no tienes- Caminé de vuelta a la salida y hablé antes de cruzar la puerta -No fue una pregunta, le estoy avisando que me uniré a la investigación, Superintendente.
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Promesa.
أدب الهواة𝙽𝚊𝚍𝚊 𝚎𝚜 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚙𝚊𝚛𝚎𝚌𝚎. ----- 𝙴𝚜 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚜𝚒 𝚝𝚘𝚍𝚘 𝚎𝚜𝚝𝚘 𝚏𝚞𝚎𝚛𝚊 𝚞𝚗 𝚖𝚊𝚕 𝚜𝚞𝚎ñ𝚘, 𝚞𝚗𝚘 𝚍𝚎𝚕 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚘 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚝𝚊𝚛. ----- ¿𝙼𝚎 𝚊𝚖𝚊𝚜 𝚝𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚢𝚘 𝚊 𝚝𝚒? ----- 𝙶𝚛𝚊𝚌𝚒𝚊𝚜...