El Jet aterrizó en un aeropuerto, supongo privado, de Los Ángeles.
El viaje no fué tan malo, después de beber un par de copas de vino, me dormí, y contrario a lo que uno podría imaginarse, se descansa bien.Cuando bajé del Jet había un coche negro esperando por mi, subieron mi equipaje y me llevaron a lo que sería mi apartamento, me dieron las llaves y después de una corta charla con el conductor, entré en el apartamento y cerré después de meter mis maletas.
Por dentro era más grande de lo que podrías apreciar desde fuera. La sala de estar, con tres sofás, una pantalla plana y una mesita en el centro. La cocina, amplia, con cajones por doquier, todo lleno de cosas que se utilizan para cocinar.
Pasé a ver las habitaciones, habían tres, una más grande que las demás, con un armario amplio, un espejo en el mismo y un baño que pareciera una habitación aparte.Lo que es ser agente del CNP.
No está tan mal, también tiene calefacción así que, un punto extra.
Me di una ducha relajante, me sentía muy estresada de estar aquí en estas circunstancias.
Cuando salí, me puse un pantalón tipo táctico y una playera de manga larga y cuello de tortuga de color negra, junto con unos botines igual negros.Quería salir a conocer un poco la ciudad, ver qué se cuece aquí.
Salí del apartamento, estaba casi en el centro de la ciudad, en teoría, en estos días me darán un coche para moverme por aquí y no tener que caminar siempre.
Pero de momento, tengo que obligarme caminar.Las calles se veían tranquilas, sí, pero nada en esta ciudad es lo que parece. Los Ángeles es una de las ciudades más peligrosas, muy bonita, pero hay mucho crimen en ella, y es que, la policía de aquí solo se dedica a comer donas y tomar café.
Las personas que vienen aquí para vacacionar a veces se llevan decepciones enormes al ver tanto crimen. Tanta gente que amenaza con pincharte si no le das para sus vicios.
No, no toda ciudad es así, pero aún sigue siendo mala.
Seguí caminado hechando vistazos a los alrededores, habían familias paseándose, unas personas solas, coches pasando...
El ambiente era totalmente diferente a Los Santos. No sé si para bien o para mal.
Me pasé por delante de comisaría, mañana por la mañana tendré que estar aquí para presentarme y empezar con mi trabajo: Niñera, aparentemente.
Seguí caminando hasta llegar a un restaurante de comida rápida, tenía buena pinta, así que entre para comer algo, una señorita, podría decir que casi de mi edad, me atendió y yo le pedí una hamburguesa doble, con queso y una Coca-Cola.
Minutos después me trajeron mi comida y la chica volvió a irse.
Todo estaba tranquilo, una ligera música en el local, mi hamburguesa, con papas fritas incluidas, mi Coca-Cola fría y mi sola presencia. Porque no habían muchas más personas dentro, solo podía ver unas cuatro mesas ocupadas, tres de ellas solo son parejas y en otra una pequeña familia de cuatro.
Tenía tiempo que no comía tan tranquila, sin prisas, sin embargo, no quiere decir que esta situación me agrade. No quería estar aquí, no así.
...
Cuando terminé de comer regresé a mi apartamento, necesitaba terminar de acomodar mis maletas, otro día ya podré salir a comprar comida, o cosas por el estilo.
Eran las once y cuarenta de la noche, mañana tendría que levantarme relativamente temprano así que activé mi alarma; al cuarto para las seis y me tiré a la cama.
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Promesa.
Fanfiction𝙽𝚊𝚍𝚊 𝚎𝚜 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚙𝚊𝚛𝚎𝚌𝚎. ----- 𝙴𝚜 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚜𝚒 𝚝𝚘𝚍𝚘 𝚎𝚜𝚝𝚘 𝚏𝚞𝚎𝚛𝚊 𝚞𝚗 𝚖𝚊𝚕 𝚜𝚞𝚎ñ𝚘, 𝚞𝚗𝚘 𝚍𝚎𝚕 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘 𝚙𝚞𝚎𝚍𝚘 𝚍𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚝𝚊𝚛. ----- ¿𝙼𝚎 𝚊𝚖𝚊𝚜 𝚝𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚢𝚘 𝚊 𝚝𝚒? ----- 𝙶𝚛𝚊𝚌𝚒𝚊𝚜...