Miércoles, 24 de agosto

24 3 2
                                    

El primer día de clases soy un manojo de nervios, y consigo perderme en dirección a mi salón de clases. Sin embargo, para el tercer día, las cosas marchan mejor de lo que esperaba. Los chicos de mi clase son muy amables y divertidos. Da la casualidad de que mi compañero de banca también juega League of Legends, y esa misma tarde, durante la hora del almuerzo, termino conociendo a su duo bot. No tarda mucho para que les comente yo soy main top, y así empezamos a formar alocados planes para conseguir al resto del rooster e iniciar un equipo. Con la adrenalina a tope, para el final de la jornada, hemos prometido ir a un PC café el fin de semana para jugar juntos y empezar a comparar nuestros estilos de juego, para hacerlo funcionar de manera cohesiva.

A la hora de la salida, mis dos nuevos amigos se despiden de mí en la explanada del colegio. Vivo lo bastante cerca de la escuela como para poder volver a casa caminando, mientras que mis amigos tienen que dirigirse a la estación del metro.

Considerando la estación se encuentra en una dirección distinta a mi destino, me despido de ellos junto al bebedero de agua. Estoy que muero de sed. Mis amigos se despiden y prontamente salen del colegio, conversando entre ellos. Yo, quien me he mojado la barbilla con el agua, y me entretengo limpiándome, estoy listo para también partir apenas tres segundos más tarde, cuando los veo.

Un chico delgado, de cabello castaño oscuro va caminando con la mochila al hombro, cuando otro par (considerablemente más grandes que él) le empujan cada uno un hombro, y lo hacen caer. Mi primer pensamiento es sorpresa. Es cierto que el chico es algo bajito y delgado, mientras que aquel otro par son más altos y pasados de peso. Pero aún así me sorprende que aquel chico castaño terminase en el piso. Ha caído de rodillas, y de pura suerte ha logrado meter las manos, para no golpearse la cara.

-Ah, perdona, Kim –dice uno de los bravucones que lo ha empujado, al tiempo que ríe-. No te vimos.

Llega un chico nuevo. Se detiene junto al par de bravucones, y después de observar lo ocurrido, en vez de ayudar al chico que se encuentra en el piso, se limita a reírse, y chocar los cinco con aquel par de bullys. Sin mirar atrás, se alejan, y proceden a conversar animadamente, como si no acabasen de molestar a un indefenso muchacho.

Yo, ligeramente molesto, me apuro a acercarme al chico, y extender mi mano para ayudarle a levantarse.

-Estoy bien –responde, pero toma mi mano y deja que lo ayude.

Estoy por presentarme, cuando el chico se cuelga la mochila al hombro, y continúa rumbo a la salida, como si nada hubiese ocurrido. Como si no acabase de rasparse las rodillas, y las palmas de las manos.

Yo regreso al bebedero. No es como si tuviese sed, pero no puedo evitar tomar un poco más de agua. Cuando termino, me limpio la boca, y finalmente me dirijo también a casa.

 Cuando termino, me limpio la boca, y finalmente me dirijo también a casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Les dejo la up un poco temprano porque voy a tener ocupada la tarde (?

No creo tener que explicar quien era el chico castaño, o si? 

Espero hayan tenido un bonito fin de semana. Un abrazo, Ribo~

El Pianista [DoHwan/HwanYoungz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora