Lunes, 4 de diciembre

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Está haciendo frío.

Tenemos la calefacción encendida en la casa, pero afuera está helando. Lo sé porque desde mi ventana, puedo ver como el patio del vecino está durmiendo bajo aquel manto blanco. El agua de la fuente está congelada. Los arbustos, los árboles, las bancas de piedra grisácea y las esculturas de mármol blanco, todo está cubierto de nieve. El piano olvidado en la terraza también. Pero a diferencia de todo lo demás, cuando llegue la primavera, éste no despertará.

En la casa del vecino ya no hay nadie que toque el piano.

A decir verdad, en la casa del vecino, ya no vive nadie.

Así ha sido desde hace ocho meses.

Cuando la señora Kim nos descubrió aquella tarde, su primera reacción fue gritar de manera histérica, y pese a que intenté explicarle lo que había ocurrido, no tuvo reparos en correrme de la casa. No la culpo.

Me quedé en la calle, viendo como los paramédicos llegaban a su domicilio, y entraban, con clara dirección al dormitorio de la segunda planta.

Esa noche no pude dormir.

Al día siguiente no fui al colegio. Por la tarde, la señora Kim se presentó en la casa, para pedirme disculpas por su actitud. Entre lágrimas, dijo que no me culpaba, y que, al contrario, le hacía muy feliz que le hubiese dado la oportunidad a su hijo de cumplir su última voluntad.

- La casa nunca había sonado tan alegre antes de tu llegada –me dijo una vez más, y se apuró a agregar-. Así que quiero tengas esto.

Me extendió las partituras. Le dije que no podía tomarlas, pero ella insistió.

He estado practicando, menos de lo que me gustaría. Menos de lo que me atrevo a admitir. Pero lo intento. Creo que Kim Doyoung estaría orgulloso de mí simplemente por el hecho de intentarlo.

Si hay algo de lo que me arrepiento, es de no haberle pedido que grabase el resto de las piezas que interpretó para mí. El único recuerdo que tengo de ello, son los nombres que vienen en las partituras, y mis recuerdos.

Eso, y la grabación de mi cumpleaños. Dearly Beloved.

Estoy a años de poder regalarle mi propia interpretación en vivo de cualquier pieza (además de que mi madre espera me canse de esto en seis meses o menos y por ello se niega a comprarme mi propio piano), por lo que lo mejor que puedo hacer con mis recursos y habilidades actuales, es desbloquear mi celular, y buscar aquella grabación que he terminado de editar ayer por la tarde.

Mi profesora de piano graba mis sesiones. Dice que escucharlas me ayudará a mejorar el oído, y será bueno para mí el descubrir mis propios errores y corregirlos. Así que lo que he hecho es tomar aquellos extractos donde mis intentos han sido los mejores, y juntarlos todos con ayuda de un editor, para poder tener la mejor versión de mis escasos siete meses de práctica.

-¿Sabes? –digo a nadie en particular, mientras me detengo frente a la ventana-. Mi profesora de piano me ha dicho algo. "Tocar una nota equivocada es insignificante. Tocar sin pasión es inexcusable."

No puedo evitar sonreír. Estoy seguro la cita ya la conoce. Es Beethoven, después de todo. Espero aquellas palabras pronunciadas hace más de doscientos años resuenen en él esta noche.

Abro un poco la ventana. El frío inmediatamente se cuela dentro, pero hoy, esta noche, no me importa. Solo será por cinco minutos. Es lo menos que puedo hacer por él, quien ya no puede sentir frío ni calor.

Dejo el celular en el alfeizar de la ventana, con el volumen al máximo, y presiono el botón de play. Sé que mi interpretación de Für Elise no alcanza a escucharse hasta donde está el piano olvidado y poco a poco pudriéndose después de estar expuesto a la intemperie por ocho meses, sin ningún tipo de protección, pero es lo menos que puedo hacer.

-Feliz cumpleaños, Dobby –es todo lo que puedo susurrar, esperando que Für Elise alcance a Kim Doyoung, donde quiera que se encuentre.

~The End~

Y esto ha sido todo

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Y esto ha sido todo. Espero les haya gustado. Apesar de que nunca especifiqué sería un angst, aún así espero la relación de esta parejita les haya dejado un sentimiento de calidez en el pecho (? , especialmente por la manera en que se desarrolló su relación.

La siguiente historia no será un HwanYoungz, pero lo que sí puedo asegurarles es que el final no será tan agridulce (?

Con esto dicho, considerando la diferencia horaria con Korea, feliz cumpleaños a Doyoung! Yo te amo, Teume te ama, Hwanie-chan te ama, y Treasure te ama.

Esperando volver a verlos a ustedes por acá leyéndome, de una vez aprovecho y les deseo felices fiestas.

Xoxo, Ribo~

El Pianista [DoHwan/HwanYoungz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora