Mis amigos quieren ir a comer el almuerzo en el comedor escolar. Yo me invento una mentira para desaparecerme por allí. Llevo el almuerzo en una mano, y camino por la escuela, buscándolo.
Esperaba encontrarlo en la explanada, en el mismo sitio donde lo vi almorzando solo el día anterior, pero Kim Doyoung parece no estar por ninguna parte.
Tercer año. Eso fue lo que dijo uno de mis amigos. Así que me dirijo al edificio de los estudiantes de último curso, y me pongo a recorrer los pasillos. Asomo la cabeza en cada aula. Todas están vacías. Estoy a punto de rendirme, cuando escucho esa voz, que desearía no me fuese tan familiar.
-¿Qué tienes ahí, Kim? ¿Cómo sabías que tengo hambre?
Las carcajadas de siempre. Aquel bully y sus amigos seguramente le están quitando el almuerzo.
-Espero y tu madre sepa cocinar bien, o tendré que regresarte esto.
Se escucha como se acercan las voces. La rabia empieza a apoderarse de mí. Sin pensar en lo que estoy haciendo, cuando los escucho apenas a un par de pasos de distancia, extiendo mi pie por el marco de la puerta, y prontamente alguien se tropieza con él, cayendo al piso.
Es el bully.
Sus secuaces se acercan a ver si está bien, y enojado como me siento, no puedo evitar espetar:
-Lo siento, no te vi.
Uno de sus amigos se apura a alzar un puño, y lo avienta contra mi rostro, con la clara intención de golpearme. Yo, quien estudié tae kwon-do durante varios años, lo esquivo con facilidad, y golpeo su brazo extendido, con lo que se le dobla en un ángulo extraño, y el chico no puede evitar gritar adolorido. El otro chico ni lo intenta.
Aprovechando la situación, doy un veloz giro y lanzo una patada al bully que sigue en el piso: mi pie queda a escasos centímetros de su rostro, con lo que el muchacho queda paralizado.
Me agacho para tomar la caja del almuerzo de Kim Doyoung (la cual por fortuna sigue cerrada y por lo tanto la comida no ha tocado el piso), y la levanto.
-Gracias –musito de manera sarcástica-. ¿Cómo sabías tenemos hambre?
Ninguno de los tres muchachos dice nada. Intentando calmarme, entro al salón, y me siento con las piernas abiertas, de revés en la silla del pupitre que está delante de Kim Doyoung. Dejo su almuerzo en su mesa, e igualmente pongo el mío.
-¿Algo más en que pueda ayudarlos? –pregunto al trío que siguen en la puerta.
-No siempre va estar ese chiquillo para defenderte –dice el bravucón, con lo que finalmente se marchan, enfurruñados. Yo destapo ambos almuerzos, y tomando mis palillos empiezo a comer.
Esta vez es el turno de Kim Doyoung de no decir nada. Se limita a mirarme.
-¿Quién eres? –pregunta finalmente, aun ignorando su propio almuerzo.
-So Junghwan. Estudiante de primer grado. Soy tu vecino –continúo comiendo, esperando Kim Doyoung igual se presente, pero no lo hace-. ¿No vas a comer? –pregunto al fin, con lo que finalmente toma sus palillos, y toma un poco de arroz.
Me espero hasta que se lo lleve a la boca, y empiece a masticar, antes de preguntar.
-¿Crees hoy puedas volver a tocar Für Elise, de Beethoven?
Kim Doyoung no me responde.
Pero esa tarde, cuando me siento a hacer la tarea de historia, Für Elise se cuela por mi ventana.
Todos lindos (?
Ribo~
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El Pianista [DoHwan/HwanYoungz]
Romance[Junghwan POV] Una casa de aire rústico, con altos ventanales y una enorme terraza en el segundo piso. Una musiquilla empieza a sonar. Un piano. No conozco la melodía, pero me hipnotiza, me enamora. "Feliz cumpleaños, Dobby." [SO JUNGHWAN X KIM DOYO...