7

164 7 0
                                    

PRENSA

Nick

—¿Un hijo? —miré a Kendric sorprendido.

Había venido a mi casa y me había explicado que ayer cenaron Perla, junto a Maira y Dexter en un primer momento imaginar a Maira y Dexter cenando juntos, pero todo eso quedó en el margen cuando oí que Perla le había dicho que estaba embarazada.

—Tiene dos meses y medio, es increíble que esté embarazada.

—Lo que es increíble es que te haya soportado casi ocho años.

—Que gracioso —bebió de la cerveza —te das cuenta de lo que significa eso.

—Claro que vas a estar los próximos meses viendo como la barriga de tu novia crece.

—Sí, hablando de eso, voy a pedirle matrimonio a Perla. Estoy pensando cuando hacerlo.

—Pídele ayuda a Maira.

—¿Cómo te va con ella?

Le comenté la conversación que habíamos tenido el viernes y luego me fui a por mi ropa, Kendric iba a llevarme al estadio y me había dicho que allí estarían Perla y Maira.

El partido fue bien, ganamos como era de esperar y en cuanto terminó vi a Kendric y a Perla junto a Maira que bajaron al estadio. Kendric saludó a varios compañeros antes de abrazarme a mí.

—Enhorabuena mama —comenté dando un abrazo a mi mejor amiga.

—Muchas gracias, cariño —me dio un beso en la mejilla y luego miré a Maira.

Miraba maravillosa el estadio, así que dejé a la pareja y me acerqué a ella pasando uno de mis brazos por su cuello.

—¿Te ha gustado? —asintió y me miró echando la cabeza hacia atrás apoyándola en mi pecho.

Iba a decir algo, pero empecé a notar varios flashes.

—Mierda —comenté y atraje a Maira tapándola la cara.

Maira escondió la cara en mi cuello y al empezar a notar besos sobre él sonreí agarrándola más firmemente de la cintura.

—Maira —comenté sin dejar que se separase de mí.

—Ve a ducharte y luego vamos a cenar con Kendric y Perla.

La cena fue estupenda, volver a estar los cuatro juntos era volver a ser jóvenes y me gustó la sensación.

—Quédate en casa —dije mientras nos íbamos hacia el coche de Kendric.

—Mañana trabajo y tu descansas —dijo mientras se subía.

—Te llevo al trabajo —ella negó y le pidió a Kendric ir a su casa.

Luego me dejaron a mí en mi piso y me fui a dormir sin pensarlo mucho. Cuando me levanté fue por el sonido del teléfono. Tenía decenas de llamadas de mi representante y otras cuantas de mi madre y algún mensaje de Kendric.

Me pedía que mirase urgentemente la televisión. Así que encendí la televisión mientras buscaba algo para desayunar y oí a la chica hablar.

—Las últimas noticias que tenemos, el futbolista Nick Harper ayer fue visto muy acaramelado con una chica que según hemos localizado trabaja en el estadio junto a él. ¿Habrá surgido el amor entre ellos?

Que poco sabían los medios y cuanto hablaban, solo bajé el volumen y busqué a Maira en los contactos, era la única que me importaba si le había molestado.

—¿Acaramelados no? —dijo nada más descolgar.

—No te molesta —no fue una pregunta, solo sonreí al notar su tono de humor.

—Antes o después iba a ocurrir, pero no pasa nada. Solo prefiero ser anónima.

La conversación se desvió hasta que al final llegamos a mis padres, ellos la habían invitado a cenar mañana así que me autoinvité yo.

—Eres un descarado —me dijo riendo.

—Un descarado que está enamorado de ti y te seguiría al fin del mundo.

—¿Harías cualquier cosa por mí? —no me pensé mi respuesta solo afirmé —me traes una pizza cuatro quesos para comer, te juro que te dejo quedarte conmigo a terminarla.

Reí, pero terminé llevando esa pizza y comiendo en su despacho junto a ella.

Amor de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora