BACK TO DECEMBER - FREENBECKY

Fiesta.

Pov de Freen.

Cuando llegué al lugar en donde se llevaría acabo la fiesta, me quedé impresionada con la decoración. Tenía un estilo elegante pero muy artístico.

Caminé hacia la recepcion y di mi nombre para poder pasar, cuando entré enseguida tomé un trago. Yo no era de tomar, solo vino si es que la ocasión lo ameritaba, pero la presión del momento me hizo querer beber un poco para tratar de relajarme.
De pronto, un grupo de personas se acercó a saludarme. Me presenté con todos y ellos me dieron la bienvenida. Volví a alejarme unos minutos y no pude evitar pensar en que yo solo estaba usando esto como excusa para haberme ido literal, a otro continente para alejarme de Becky. Tomé un trago más y me quedé parada enfrente de la mesa.

-Hola, ¿Tú eres Freen? -Preguntó una voz masculina detrás mío.

-Hola, sí. -Confirmé. -¿Nos conocemos?

-Soy el hijo del amigo de tu mamá. -Comentó. -Me llamo Francisco, pero puedes decirme Fran.

Sonreí y ambos extendimos la mano para presentarnos.

-Déjame presentarte a mi esposa. -Dijo.

Volteó y se acercó lentamente a una mujer que se encontraba de espaldas hablando con otras personas. Ella escuchó atentamente lo que él le decía y ambos comenzaron a caminar en mi dirección.

-Mucho gusto. Soy Eliza. -Dijo sonriendo.

-Freen. Es un gusto. -Respondí presentándome.

Ambos eran muy atractivos, si no supiera que trabajaban en la galería probablemente hubiera pensado que eran actores o modelos. Fran era un hombre bastante alto, tenía el pelo castaño oscuro y los ojos color verde aceituna. Eliza era una mujer un poco más alta que yo, con el cabello color negro y rizado y los ojos cafés oscuros.

-Te hemos visto antes. -Comentó Eliza.

-¿En dónde? -Cuestioné confundida.

-En la serie en la que estuviste hace poco. -Agregó Fran.

Con Becky. -Pensé.

Primera punzada en el pecho de la noche.

No dije nada pero sonreí y asentí.

-Cuando Fran y yo nos enteramos que tu compañera y tú eran pareja en la vida real nos alegramos muchísimo. -Expresó Eliza.

Segunda punzada en el pecho de la noche.

-Gracias. -Fue lo único que se me ocurrió decir.

-Menos mal tendrémos tiempo para que nos cuentes su historia. -Comentó Fran.

Sabía que ambos estaban intentando ser amigables, pero ellos no sabían cuanto me estaban lastimando.

-Nosotras ya... -Me detuve para respirar. -Ya no estamos juntas.

Ellos intercambiaron miradas y se quedaron sin palabras.

-Espero que haya sido para bien. -Dijo Eliza.

-Así fue. -Aseguré.

Sonreí sin ganas y me disculpé con los dos para poder irme. Me acerqué de nuevo a la mesa y tomé otro trago. Me apresuré en finalizarlo y tomé otro, y otro.

Mientras iba por mi quinto trago, noté que tenía de nuevo esa ya conocida sensación en el pecho y la falta de aire que me hacía sentir como si fuera a morir. Estaba a punto de tener un ataque de pánico.

Tomé dos tragos más pensando que tal vez el alcohol me ayudaría a aliviar los sintómas, pero al contrario, los empeoró. Todo se sentía al doble y además todo daba vueltas. Fran, que miraba desde lejos, se acercó.