Heart, body and soul.

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Pov de Freen.

Después de estar un par de semanas en Tailandia, viajamos directamente a Inglaterra. Era mi primera vez estando en el país de nacimiento de mi prometida y yo quería conocer cada lugar a detalle.

Cuando llegamos, nos hospedamos unos días en un hotel mientras buscábamos un departamento para comprar entre las dos.

Fuimos a visitar a sus abuelos y a sus primos y les contamos sobre nuestro compromiso. Todos se alegraron muchísimo al saberlo.

Cuando por fin encontramos un departamento que nos pareció bien, lo compramos, a nombre de Becky porque yo aún no podía obtener la residencia.

Comenzamos a decorarlo y acomodarlo. Nunca me imaginé que un proceso tan normal fuera tan divertido y emocionante. Becky y yo nos pasabamos los días dentro de las tiendas para el hogar y a veces solíamos hacer competencias por quién conseguía mejores cosas para nuestro departamento.

Después de pasarnos días y días organizando todo, tuvimos una pequeña conversación acerca del futuro en uno de nuestros tantos desayunos.

-¿Podemos hablar de algo? -Cuestionó desde la cocina.

-Claro, bebi. -Contesté. -Dime.

Ella se acercó hasta la mesa, tomó una silla y se sentó enfrente de mí.

-Este departamento es lindo y acogedor. -Comentó. -Pero para nosotras dos.

La miré atentamente tratando de descifrar que quería decir.

-Vamos a tener que buscar otra cosas cuando empecemos a pensar en niños. -Dijo.

Sonreí.

-Lo haremos. -Respondí.

Sabía que Becky estaba emocionada por la vida que nos esperaba juntas, pero teníamos que ir paso por paso porque de ser por ella y si se pudiera, ya tendríamos mínimo dos hijos.

-Primero la boda y tu carrera. -Dije. -Después vemos lo demás.

Ella asintió sonriendo.

-¿Has pensado en cuántos quieres? -Preguntó.

-Uno, cinco, diez... -Contesté. -Los que tú quieras.

Ella levantó las dos cejas mientras se reía.

-Quiero criar a muchos mini beck. -Aseguré.

Observé que los ojos se le cristalizaron.

Enseguida se levantó de la silla y fue hasta donde yo estaba. Me abrazó y dejó un beso en mi frente.

-Te amo. -Vocalizó.

-Yo te amo a ti. -Respondí.

Se apartó levemente y yo me paré a dejar mi plato.

Amaba que mis días fueran así.

Amaba despertarme y verla durmiendo a mi lado.

Amaba levantarme y hacer desayuno para las dos.

Amaba tener conversaciones sobre nuestro futuro.

Amaba tener conversaciones comúnes acerca de qué película veríamos en el cine el fin de semana o qué prepararíamos para la cena.

Amaba que me regañara por dejar todas las luces encendidas cuando nos íbamos a dormir.

Amaba cada cosa y detalle con ella.

Después de un par de meses de acomodarnos en la casa y de mis tours por la ciudad guiádos por ella, terminamos de planear nuestra boda. No iba a ser una gran ceremonia. Ambas coincidimos en que queríamos una gran, gran fiesta pero solo con nuestros familiares y amigos, que no eran muchos.

BACK TO DECEMBER - FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora