BACK TO DECEMBER - FREENBECKY

La verdad.

Pov de Becky.

Freen no había mencionado nada acerca del tema y yo no sabía si comentar algo o no.

-Gracias. -Fue lo único que me pareció correcto decir.

Ella no dijo nada pero quitó la vista del camino y volteó a mirarme con una sonrisa.

-¿Tienes hambre? -Cambió de tema.

-Sí tengo. -Admití.

-Comamos en la casa. -Sugirió. -No tengo ganas de seguir afuera hoy.

Freen nunca prendía el aire acondicionado del carro cuando me esperaba adentro y me imaginaba que no había podido bajar las ventanillas con todas esas cámaras alrededor.

Se veía agotada.

-Puedo hacer hamburguesas. -Dije.

-Espero que la cocina no sufra daños. -Bromeó.

Me reí.

Ella no tenía muchas ganas de hablar y yo lo entendía.

Siguió concentrada en el camino de regreso al departamento y yo fuí todo el camino con la vista sobre ella. Tenía miedo que la situación pudiera provocarle un ataque de pánico.

All llegar a casa, ella saludó a bonbon y fue directo a acostarse en el sofá.

Tenía muchas ganas de saber qué era lo que estaba pasando por su mente.

Siempre se me había hecho admirable su compostura y la manera tan serena y tranquila con la que trataba de tomarse las cosas.

Después de unos minutos se levantó y me dijo que iría a darse una ducha.

Le preparé su hamburguesa y se la dejé sobre la meseta de la cocina.

Cuando regresó, noté que tenía un mejor semblante.

-¿Te sientes bien? -Pregunté.

-Creo. -Contestó. -Siento que tal vez me voy a resfriar también.

Estornudó justo después de eso.

Me reí.

Terminamos de comer y ella volvió al sofá.

Se me hizo un buen momento para hacer un comentario.

-Sabes que no siento nada por Vivienne, ¿Verdad? -Pregunté.

-Yo lo sé. -Confirmó.

Caminé hasta la sala y me quedé parada al lado de el sofá en donde ella se encontraba.

-Yo sigo amando a la misma persona desde los dieciocho. -Aseguré.

Ella sonrió.

Sabía que había entendido.

Después de toda la locura del día, me desperté a la mañana siguiente creyendo que podría tener un día más tranquilo, pero mientras dormía en mi cuarto escuché que alguien tocaba la puerta principal muy fuerte y con mucha insistencia.

Freen, que se encontraba durmiendo en la sala, se levantó y se dirigió a abrir la puerta.

Me levanté rápidamente siguíendola.

Era Vivienne.

Freen abrió la puerta y se quedaron varios segundos mirándose fijamente.

Ninguna de las dos decía nada.

Vivienne la apartó y entró caminando con velocidad hasta quedar enfrente de mí.

Freen cerró la puerta, cruzó los brazos y se quedó en donde estaba.