BACK TO DECEMBER - FREENBECKY

Tenerte conmigo

Pov de Becky.

Con cada minuto que pasaba crecían mis ganas de besarla.

Ella nunca sabrá todo el autocontrol que tuve que tener para evitar hacerlo.

A la mañana siguiente, me desperté y ella ya se había levantado. Despertarse primero que yo sí era algo nuevo en ella. Caminé hasta la sala y la observé continuando con las pulseras.

Era algo muy lindo de su parte que le estuviera poniendo tanto empeño.

Tenía puesto el pijama que le había dicho que tomara la primera noche que se quedó.

Me acerqué lentamente sin hacer ruido y puse mis manos en sus hombros para tratar de asustarla.

-Buenos días. -Dije.

Ella volteó a verme y sonrió.
No se había asustado, pero resultó mejor de lo que esperaba.

-Buenos días. -Respondió.

Mientras me alejaba, ella comentó que había llegado algo para mí, temprano; Destapé la caja que estaba sobre la mesa y vi el celular nuevo que había pedido días atrás. Regresé a mi cuarto para cambiar la tarjeta sim y regresé a donde estaba ella. Me senté y enseguida en su celular apareció una llamada.

Era Eliza.
Otra vez.

Freen ya me había dicho que Eliza estaba casada, pero no podía evitar sentirme molesta al ver que la buscaba tanto y tan seguido.

-¿No se pone celoso su esposo? -Pregunté para valorar su respuesta.

Ella ni siquiera había visto la llamada en su celular.

Hizo gesto de confusión.

-¿Quién? -Preguntó de vuelta.

Señalé su celular con mi boca.
Volteó a ver la pantalla y vio la llamada perdida.

-Beck, literal tengo tu inicial tatuada en la mano. -Comentó. -Deja de pensar en Eliza.
-Sin embargo vas a volver a donde está ella. -Respondí.

Ni yo misma me reconocía. Los celos me controlaban.

-Está casada. -Repitió. -Y yo prácticamente también.

Dijo eso como si nada y para mí había significado el mundo entero.
Estaba a punto de decir algo cuando escuché una llamada entrante a mi celular.
Era Vivienne para recordarme que teníamos un evento al que debíamos asistir juntas.
Colgué y regresé a donde estaba Freen.

-Tengo que salir hoy. -Le hice saber.

-Está bien. -Contestó.

-Con Vivienne. -Agregué.

Ella tensó la mandíbula.

-¿Te acompaña de regreso? -Preguntó.

-No lo sé. -Respondí. -Tal vez sí.

-Avísame si no, para pasar por ti. -Dijo.

No había perdido la compostura y seguía haciendo las pulseras mientras conversaba. Cada una de las cosas que hacía y decía me volvía loca de amor.
Tomé mis cosas y me despedí de bonbon.

-No te vas a ir, ¿Verdad? -Pregunté preocupada.

-No, Beck. -Respondió. -No creo que Eliza me reciba hoy.

Se estaba riendo de lo que acababa de decir y yo la miraba negando con la cabeza. Estaba jugando conmigo.
Cerré la puerta y bajé hasta donde estaba Vivienne. Abrí la puerta de su carro y me subí.

-¿Sigue ella aquí? -Cuestionó Vivienne.

-Freen. -Hice énfasis. -Sí, sigue aquí.

Ella negaba con la cabeza molesta.