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—¿Qué pasa Hyung? —Preguntó Jungkook, una vez se subió al auto de su hermano, Geumjae.

—Te lo dije. —Dijo colocando el cinturón de seguridad en el menor —. Entro en celo.

—Pero Hyung, el celo de YoonGi Hyung llega cada tres o cuatro meses. Y no ha pasado ni el mes de la última vez que estuvo en ese estado.

—Lo sé, es por eso mismo que necesito que me ayudes.

—¿Es por lo que me contó, sobre el aroma de Hyung? ¿Qué es desagradable?

—Su aroma no es desagradable. —Aclaró, comenzando a conducir —. Es demasiado empalagoso para mi. Yo solo puedo sentir atracción por el aroma de mi esposa Omega. Eso significa estar enlazado.

—Lo entiendo... Pero entonces, ¿qué quiere que haga? ¿Cómo ayudaré exactamente?

—Le llevaremos unos supresores de celo. Se los darás y te quedaras ahí con el, hasta que este lo suficientemente estable como para caminar a casa y encerrarse en su habitación. Ya después hablaré con mamá y veremos que podemos hacer.

—¿Acaso no es suficiente con el supresor?, normalmente es lo que hace, tomarlo y encerrarse en su habitación. En tres días termina su celo y todo vuelve a la normalidad.

Geumjae detuvo el auto frente a la florería y soltando un sonoro suspiro, el dijo "no esta vez" y bajo del vehículo.

Jungkook pudo detectar el fuerte aroma qué desprendía YoonGi aun desde el auto. Corrió en dirección a su hermano mayor, asustandose al ver el estado en el que se encontraba, recostado sobre el piso sosteniendo la parte baja de su abdomen mientras su rostro reflejaba todo el dolor que sentía.

—Hyung... —Susurró Jungkook, acariciando la mejilla de YoonGi.

YoonGi abrió los ojos y forzó una sonrisa, antes de intentar ponerse en pie. Jungkook le ayudo y le ofreció el supresor el cual YoonGi tomó de inmediato.

—¿Qué haces aquí?, deberías estar en la escuela, mocoso. —YoonGi lo regaño.

—Geumjae Hyung me dijo que necesitaba ayuda. Y no podía quedarme en clases mientras tu sufrías de esta forma, Hyung.

—¿Geumjae?

—Hola hermanito. —Dijo Geumjae, apoyándose en el marco de la puerta del local —. Quisiera estar más tiempo aquí, pero sabes que no puedo estar cerca de ti en estos momentos, lo siento.

YoonGi asintió, sintiéndose avergonzado.

—Tu Alfa no sabe lo que es tener buenos gustos. Tu culpa, no mía.

Geumjae sonrió.

—Por supuesto. —Miró de un lado a otro y luego continuo —. Dejaré a Jungkook aquí contigo. Cuando te sientas mejor cierra el local y ve a casa hasta que tu celo se controle. Si ves algo inusual, o viene aquí de nuevo, avisame. Yo mismo vendré a solucionar el problema.

Jungkook frunció el ceño sin entender. «¿De qué hablaban sus hermanos mayores?».

—Prometo llamarte si es el caso. Pero no te preocupes, se cuidarme solo.

—No lo sé. No fue lo que me pareció al verte hace tan solo un momento.

—Eso fue porque no tenia supresores cerca. Pero te aseguro que no sucederá de nuevo.

—Eso espero. —Dijo para retirarse del lugar.

—¿De qué hablaban? —Jungkook pregunto, una vez estuvieron solos.

YoonGi negó.

—No es relevante. No le tomes importancia.

—Pero...

—Hyung, ¿esta bien?

Habló una tercera voz. Jungkook reprimió un insulto cuando vio que se trataba de su hermano menor.

—Hyujin, ¿qué estás haciendo aquí?

—Mamá dijo que YoonGi Hyung se sentía mal, así que vine a verlo.

—No tenías que molestarte. —Dijo YoonGi, desviando la mirada —. No debiste venir, ya es suficiente con que Jungkook pierda clases por mi culpa, no era necesario que tu también lo hicieras.

—Hyung... ¿Por qué siempre me responde de ese modo?

—¿Qué modo?

—Yo aveces pienso que me odia, tratándome con indiferencia. Acaso... ¿Es porque le recuerdo al Alfa qué lo abandono en la adolescencia?

—¡Hyujin! —Jungkook gruñó, antes de empujarlo —. ¿Qué demonios te sucede?

Hyujin desvío la mirada y se fue de ahí sin decir ni una sola palabra. YoonGi bajo la mirada. Su incomodidad palpable en su cara.

—Hyung, no le haga caso. No tiene porque tomarle importancia a las palabras de alguien que apenas y tiene los catorce.

YoonGi se rio.

—Lo dices como si fueras mucho más grande que el.

—De igual forma, el se equivoca.

—Mamá le ha de haber contado sobre mi pasado... Que vergüenza.

—Vergüenza es lo que ese Alfa debería de sentir por dejar ir a un Omega tan maravilloso como lo es usted, Hyung.

YoonGi sonrió.

—No soy tan increíble como piensas.

—Lo es. Claro que lo es.

—Gracias, Kook. Realmente haces qué me ponga de buen humor. Um, ¿puedo abrazarte?

Los ojos de Jungkook parpadearon con un destello de ilusión antes de asentir frenéticamente.

—Por supuesto. —Dijo, extendiendo sus brazos en su dirección.

YoonGi lo abrazo, dejándose abrazar de igual forma por Jungkook, disfrutando la calidez qué emanaba de su cuerpo, así como de su tenue aroma a avellanas.

—Lo quiero, Hyung.

—Yo también te quiero. —Dijo YoonGi, apretando el abrazo.

Mientras que alguien los veía a la distancia. Sus ojos filosos sobre ellos mientras un feo aura se desprendía a su alrededor.

—¿Y ese quien es? —Murmuró Taehyung, viendo como YoonGi se dejaba abrazar por el otro tipo.

«Mi Omega. Mio».







Cualquier error lo corrijo despues.

La verdad saldrá a la luz ||TaegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora