La verdad saldrá a la luz ||Taegi

27

—Ponte cómodo. —Habló Taehyung, una vez ingresaron a su departamento.

—No sabia que tenias un departamento en la ciudad. —Dijo YoonGi, sentándose en uno de los sofás.

—¿Dónde pensabas que dormía?, sabes que mis padres vendieron la casa donde vivía.

—No lo sé. Tal vez con tu prometida.

Taehyung se sentó a su lado.

—No. Y tampoco tenia un departamento —Contestó Taehyung—. Lo compré cuando volví para conocer a los padres de la Omega que mis padres eligieron para mi. Sin embargo eso no significa que tuviera planes de quedarme en su casa.

—¿Ella es de esas típicas familias conservadoras?, ya sabes. Los que no quieren que su hija duerma con su prometido antes de su boda.

—No. Yo quería estar lo más lejos que se pudiera de ella.

—¿Por qué?

Taehyung no respondió.

—Esta cerca de mi casa. —Habló YoonGi de nuevo —. Supongo que no había muchas opciones.

—Yo la elegí de esa manera.

YoonGi no quería hacerse ilusiones pero su estúpido sentimentalismo le hacía una mala jugada a su cabeza. Tal vez, solo tal vez.

—¿Porqué? —Preguntó antes de que pudiera detenerse.

—Tu sabes la respuesta, YoonGi. Sabes que es porque quería verte. Estar cerca de ti. No se que esperas lograr haciendome este tipo de preguntas de las cuales ya conoces la respuesta, pero me gustaria que las dejaras para después. Pediste que nos vieramos porque querías hablar conmigo. Cuando me hablaste por teléfono te escuchabas realmente mal, pensé que te había sucedido algo.

—Me enteré de algo que hizo que tuviera sentimientos reales de odio hacia mi hermano mayor.

Taehyung lo miró con asombro.

—¿Qué sucedió?, no es fácil hacerte enojar. Y más si se trata de tu familia.

—Geumjae me contó que el se encargo de esconder las cartas que me enviabas.

—¿Qué? —Preguntó Taehyung,  comenzando a fruncir el ceño en señal de desconcierto —¿Por qué?

—Si. Lo sé, yo me pregunté justo lo mismo.

—Pero es que no lo entiendo, ¿Porqué haría algo así?

—Dijo que fue para protegerme.

—¿Protegerte? ¿De quién, exactamente? ¿De mi?

—De la sociedad, supongo. Yo me entere de mi embarazo el mismo día que te fuiste. Yo solo lo supe al sentir un segundo corazón latir dentro de mi. Ese día también pude escuchar y sentir a mi lobo por primera vez.

—YoonGi...

—Solo tenia quince años. Probablemente deberia haberme preocupado por mi futuro o mis estudios. Y sin embargo, lo unico que realmente deseaba era recibir por lo menos una carta tuya. Saber en donde estabas y poder decirte que íbamos a ser padres. Pero ese día no llegó. Y duele saber que alguien en quién yo confiaba ciegamente fue el causante de mi miseria.

—Sabes, cada vez que llegaba a casa de la universidad y años más tarde, de mi trabajo, iba directo hacia el buzón, con la esperanza de recibir por lo menos una respuesta de todas esas cartas. Cartas  donde por trece años completos, mes con mes contaba todo lo que hacía, los sueños que tenía, mis planes a futuro, absolutamente todo.

YoonGi soltó una risa sin humor.

—Quien lo diría. Quince años tirados a la basura. Quince años donde no pude siquiera decirle a mi hijo que yo era su madre.