Sandra
Dani me observa con una sonrisa mientras hago el baile feliz, la posta negra que Melissa me ha preparado está tan rica que ya me estoy comiendo los últimos trozos de carne, me he pasado todo el tiempo moviendo mi tronco y mis brazos. Dani me da un beso en la sien.
—¿A patito también le gusta?— me pregunta.
—Le encanta.
—¿Patito?— pregunta Martín.
Hay tristeza en su voz, Dani me ha contado todo acerca de Patty, Martín la quería como a una hija, ella era una más en la familia. Espero que no piense que estoy intentando sustituirla de alguna forma.
—Sí, es mi pequeña patito— contesta Dani.
Martín sonríe, es una sonrisa genuina.
—Estás muy seguro de que es una niña— dice Marc— ¿De cuánto tiempo estás?— me pregunta— Aún no se te nota.
—Nueve semanas y cuatro días— contesto.
—Sí se nota— espeta Dani— Sandra ya tiene un pequeño bulto en su vientre.
—A ver, muéstramelo— me dice Marc.
Dani le lanza un trozo de comida de su plato a la cara.
—Nadie lo puede ver— gruñe— Ellas son mías.
Marc sonríe, luego me guiña un ojo.
—Le encanta provocar a su primo, ¿verdad, Marc?— le pregunta Melissa.
—Es mi hobby favorito, tía Melissa.
Me rio suavemente mientras entrelazo mis dedos con los de Dani, su cuerpo se relaja con mi tacto.
Después de comer, nos acomodamos en el enorme sofá del sótano, la pantalla de la televisión es enorme. Dani me sienta en su regazo, me pongo en posición fetal, él me sujeta con un brazo por mi espalda y, por supuesto, su mano libre va a mi vientre. Lo miro a los ojos, Dani me sonríe y me da un beso en la punta de la nariz. De todo lo que pensé de él nunca imaginé que sería tan dulce y cariñoso.
—¿Por qué me miras así?— me pregunta.
—Porque me gusta mirarte.
—Eso es porque soy guapo y tengo un cuerpo envidiable.
Pongo los ojos en blanco mientras me rio, su egocentrismo sigue intacto.
—¿Podéis dejarlo ya? Queremos ver el partido.
—Isabella— advierte Marc.
—Estamos pasando el domingo en familia, no están solos en la habitación— protesta ella.
Mis ojos se posan sobre Emma, tiene una estúpida sonrisa en la cara.
—Chiquita— me llama Dani— ¿Quieres que nos vayamos a nuestra habitación?
—No, estoy bien aquí— contesto mirando a Emma.
Melissa se sienta al lado de Dani.
—Tu hermano quiere hablar contigo— le dice.
—¿Qué hermano?— pregunta Dani.
—Dani, mi vida...
—No tengo ningún hermano, mamá— espeta.
Melissa suspira. Gabriel ha estado intentando contactar con Dani desde que llegamos, él lo ha ignorado todo el tiempo, lo entiendo, aunque mis hermanos no han hecho nada por contactar conmigo. Tampoco es que los fuese a perdonar, no puedo hacerlo. Me abandonaron cuando más los necesitaba.
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LA PRINCESITA #2.5 [Disponible en físico]
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