TRECE

3.5K 253 52
                                    

Mario

¿Qué hice? He perdido a mi hermana para siempre. Creí que estaba haciendo lo correcto, yo pensé que, haciendo lo que hice, ella olvidaría al Güero y nos pediría a Tadeo y a mí que la ayudáramos a criar a su hijo. No lo quería cerca de mi hermana y su bebé, él nunca ha sido un hombre responsable. Creí que la estaba protegiendo, creí que estando con él unos días se daría cuenta de que no es apto para criar un bebé, que se daría cuenta de que, tarde o temprano, él haría algo y le rompería el corazón. Sin embargo, he sido yo quien se lo ha roto.

—Confié en ti— me dice Tadeo con la voz rota— Dijiste que ella volvería con nosotros. ¡Tú lo dijiste!

Lo hice. Lo hice porque es lo que pensé que pasaría.

—¡La hemos perdido para siempre!

Mi hermano se derrumba en el suelo.

¿Sandra qué te hice? He sido tan estúpido. Creí tantas cosas, todo era tan erróneo.

El teléfono de mi despacho comienza a sonar, pulso el botón del altavoz para atender la llamada.

—¡Los hemos perdido!

La voz de Gabriel resuena en cada hueco de las paredes del despacho.

—Mi hermano, Mario, te hice caso, dijiste que entrarían en razón. Sigo sin entender qué querías conseguir con todo esto.

—Que mi hermana se alejara de tu hermano.

—Eres un cabrón, Mario, ese bebé es tan Hernández como Reyes, te guste o no.

—Ahora lo comprendo.

—Se han ido, por tu puta culpa.

—Gabriel...

—No— me interrumpe— No querías que La Santa Corona se viera involucrada en esto, pues has conseguido todo lo contrario. Considérame fuera de tu mierda, nuestra sociedad acaba aquí. México es territorio enemigo para ti y tu familia, Mario. No os atreváis a pisar mis dominios.

—¿Me estás amenazando?

—Sí, Mario, es una amenaza. He perdido a mi hermano por tu culpa, he perdido a mi sobrino nonato.

—La he cagado, Gabriel, puedo admitir eso.

—La has cagado, sí, tú... Joder. Eres un maldito bastardo, debí haber escuchado a Bastian en vez de a ti. Estabas tan enfadado, un hombre no piensa claramente en ese estado, fui un pendejo.

Escucho el sollozo de Gabriel, me duele porque es mi amigo. He destruido a dos familias por mi testarudez.

—Creí que si te hacía caso mi hermano haría las cosas bien y se casaría con tu hermana, debí haberme dado cuenta de que ya estaba en el camino correcto.

—Lo siento mucho— sollozo— Todo es por mi culpa, Gabriel.

—Ya no importa, ambos hemos perdido mucho por nuestras acciones, que te vaya bien, Mario, realmente te deseo que todo te vaya bien.

Gabriel cuelga la llamada. Mi hermano se levanta del suelo mientras me mira, puedo notar tanto en sus ojos, odio, ira, decepción.

—Hemos traicionado a nuestra hermana— me dice— Mi mujer y mi hijo se van hoy de la casa porque ella no soporta estar cerca de mí después de lo que hemos hecho.

Lo sé, se todo eso porque Sofía también se va con nuestros hijos, ella y Gala se mudan a casa de Mariela y James, quienes también han dejado de hablarnos, incluso Carmen se marcha.

LA PRINCESITA #2.5 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora