BEAUTIFUL COINCIDENCE; Tom Kaulitz

𝟶𝟷𝟻

⁎⁺˳◌◞ . ‧๋⋆ ་
𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐅𝐈𝐅𝐓𝐄𝐄𝐍
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Alice pov's:

— ¡Hijo de puta! — Fue la única reacción que salió de mis labios al verle a él, sentado cómodamente en mi cama, mientras tenía las hojas que se encontraban esparcidas en mi habitación entre sus manos.

Salí de la habitación girándome y llevando una mano a mi pecho aún sin poder analizar qué Tom estaba en mi maldita habitación.

Miles preguntas llegaron a mi cabeza.

Hasta que recordé que me había dicho por mensaje que no debía preocuparme de el lugar para practicar con la guitarra.

¿Acaso había planeado todo esto?

Sin más rodeos, me encerré en el baño para cambiarme de ropa lo más rápido posible, cubrí la ridícula camiseta que llevaba con una sudadera bastante ancha, suspiré y me quedé un par de segundos frente a la puerta.

Esto iba a ser incómodo.

Entré y tragué saliva haciendo un notorio sonido para ver a Tom con un semblante neutro, después de haber entrado a mi casa a saber dónde.

— ¿Sabes avisar acaso? — Coloqué mis manos en mis caderas a medida que me acercaba a él con un semblante molesto.

El contrario elevó su vista, dejando los papeles que sostenía a un lado. — No te había visto cuando llegué.

— ¿Cómo carajos entraste? — Pregunté con mi semblante molesto, mientras tomaba los papeles que Tom había dejado colocándolos en mi escritorio.

— Eso no importa. — Comentó mientras apoyaba sus codos en mi cama. — No te veo preparada para la clase.

Me giré sobre mis talones soltando una pequeña risa, en forma de broma, ya que se notaba a simple vista mi enojo. — No sabía que tú te ibas a colar en mi casa sin previo aviso.

El contrario carraspeó y le dedicó una pequeña vista a la pared de mi habitación, se levantó de la cama acercándose a la guitarra que tenía apoyada en una de las esquinas, la cual me prestó Theo.

— ¿Es tuya? — Preguntó cambiando el tema de conversación espontáneamente mientras se inclinaba sobre sus rodillas para tomar la guitarra.

— Algo así.

El contrario tomó la guitarra con una sonrisa, mientras la tenía entre sus manos, se acercó a mi cama para sentarse.

— Estoy ocupada hoy, Tom. — Aclaré mientras pegaba una foto en la cartulina la cual se había despegado de antes.

— Créeme que eso a mi no me importa. — Me giré atónita ante su respuesta. — Tienes que practicar para ese maldito solo, Alice. ¿Sabes la importancia que tiene que salga todo a la perfección?

Subí una ceja y miré la expresión de Tom, la cual había cambiado radicalmente. — Que yo recuerde tú no me animabas mucho para que me saliera ese solo bien, de hecho, te reíste de mi. — Añadí haciendo énfasis en lo último que dije señalándome a mi misma.